El fiscal también acusó a los dos detenidos por portación y tenencia ilegítima de arma de fuego y encubrimiento, además de homicidio y tentativa de asesinato
La Justicia de Rosario dictó este sábado prisión preventiva por dos años a un hombre de 45 años y a su hijo de 19 como coautores de una balacera en la que murió una mujer y resultaron heridas su hija y un adolescente, ataque que tuvo por fin “causar temor en zona” en un contexto de disputa entre bandas del narcomenudeo.
El fiscal Patricio Saldutti, a cargo de la investigación, acusó a ambos de protagonizar –junto a otras tres personas aún no identificadas- la balacera a cambio de una “promesa remuneratoria” que se concretó.
Detrás de la balacera, según los indicios de la investigación, estaría un hombre llamado René Ungaro, miembro de una familia con trayectoria en el mundo criminal de Rosario, que cumple condena por el asesinato en 2010 del entonces jefe de la barrabrava de Newell’s Old Boys, Roberto “Pimpi” Camino.
Saldutti acusó durante una audiencia que tuvo lugar esta mañana a Fernando David Cortéz (45) y a su hijo Lautaro (19), de disparar la tarde del 23 de julio pasado hacia la Torre 11 de un monoblock ubicado en Isola y Maestros Santafesinos, en el sur de Rosario, y “contra las personas que se encontraban en la parada de colectivos ubicada al este de la ochava, con la clara intención de causar la muerte de personas ajenas a cualquier tipo de conflicto”.
Como consecuencia de los disparos fue asesinada la maestra jubilada Claudia Deldebbio y resultó gravemente herida su hija Virginia Fernández, quienes esperaban el colectivo en esa esquina.
También sufrió heridas, aunque de menor gravedad, un adolescente que estaba en la plaza ubicada al lado de la parada de ómnibus.
Según la investigación, esa tarde dos automóviles llegaron hasta el lugar del ataque.
Saldutti sostuvo que de acuerdo a la evidencia recogida, uno de los vehículos era conducido por Lautaro Cortéz.
Cuatro personas bajaron del auto, entre ellos su padre, y abrieron fuego contra la torre 11 del edificio en una acción que buscó “causar temor en la zona y herir o matar a cualquier persona ajena a los conflictos”, dijo el fiscal luego de la audiencia.
“El ataque no estaba dirigido a quienes resultaron víctimas”, afirmó Saldutti, para quien los atacantes “habrían recibido un pago de dinero para cometer este hecho y otros más que también se mencionan, cuyas investigaciones están abiertas, sobre otros homicidios en la zona”.
La Fiscalía avanza en la línea investigativa para demostrar que quien pagó el ataque fue “El Brujo” René Ungaro, que además de cumplir condena por el homicidio de Camino, el año pasado fue sentenciado a 7 años de cárcel como líder de una violenta asociación ilícita que opera en el mercado ilícito de la venta de drogas al menudeo en tres barrios del sur de Rosario.
El fiscal también acusó a los dos detenidos por portación y tenencia ilegítima de arma de fuego y encubrimiento, además de homicidio y tentativa de asesinato, indicaron voceros judiciales.
Al ser arrestado el jueves por la noche, la Policía les secuestró un arma que, según la investigación, había sido robada a un gendarme y tenía pedido de secuestro.
El juez de la audiencia, Román Lanzón, aceptó la imputación fiscal y dictó la prisión preventiva por dos años a los acusados, agregaron los informantes.