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Preocupante deserción en la UNR: “Es un contexto como el de 2001″


Por Belén Corvalán

La situación económica crítica que atraviesa el país se refleja en las estadísticas oficiales de la Universidad Nacional de Rosario: alrededor de 20.000 estudiantes abandonaron sus estudios. Una cifra récord de deserción estudiantil, que superó ampliamente los 14.854 no reinscriptos durante el 2001.

Según el último relevamiento realizado por la Dirección General de Estadística Universitaria, publicado en el boletín oficial N°68 en octubre de 2017, pero en rigor correspondientes al año académico 2016 hubo 19.115 estudiantes no reinscriptos, es decir, que no efectivizaron su reinscripción anual de un año a otro, y abandonaron la carrera. Tal es la preocupación, que lanzaron una encuesta para detectar las causas que impulsaron que este último tiempo un mayor número de estudiantes este año no se haya reempadronado para continuar cursando sus estudios.

Respecto a esta problemática, Franco Bartolacci, decano de la Facultad de Ciencia Política y RRII de la ciudad de Rosario, en declaraciones a Con La Gente, remarcó: “Está claro que la situación compleja que atraviesa el país tiene impacto naturalmente, hay condiciones socioeconómicas que efectivamente condicionan la posibilidad de seguir estudiando. Es un contexto complejo como lo fue el 2001”.

Los períodos críticos que atraviesan el país, tienen consecuencias como la deserción, y/o la lentificación del recorrido de la carrera del ingreso hasta el egreso. “Tener que trabajar hace que algunos estudiantes no puedan hacer la carrera en los tiempos propuestos”, señaló.

Según el último estudio, en la Facultad de Ciencia Política y RRII de un total de 5.378 estudiantes, 2.341 se encuentra en una situación de trabajo. “Alrededor de la mitad tiene algún tipo de compromiso laboral, es un número alto”, indicó el decano a la vez que puntualizó que “es difícil tener un registro fino porque en muchos casos se trata de trabajos no formales”.

Dado el alto índice de estudiantes con jornada laboral, Bartolacci, destacó que es responsabilidad de la institución generar políticas orientadas a la retención de los estudiantes, y mucho más aún “en condiciones socioeconómicas muy complejas como las que estamos atravesando”.

En el caso de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales el informe de estadísticas establece que la cifra de no reinscriptos respecto al 2016 es de 1.327. “Es una responsabilidad institucional generar herramientas, dispositivos o recorridos, que favorezcan a aquellos que trabajan que puedan a su vez hacer una carrera universitaria sobre todo en estos contextos complejos. Nuestra convicción es que tenemos que generar políticas institucionales que favorezcan la retención, garantizando políticas de bienestar estudiantil, que desde la perspectiva económica garanticen condiciones que hagan sostenible el recorrido universitario”, expresó Bartolacci.

Como por ejemplo generar estructuras curriculares “lo suficientemente flexibles” para quienes trabajan, señaló. “Nosotros avanzamos con la implementación de la doble banda horaria en el tercer año de la carrera, que antes no existía en nuestra facultad. Es una manera de dar respuesta”.

Sin embargo también recalcó la importancia de llevar adelante herramientas para que el paso de la escuela media a la universidad sea “más armónico”, y por ende que la ambientación a la vida universitaria “sea posible”, ya que, según puntualizó el primer impacto en la deserción se da entre primer y segundo año. En la Facultad de Ciencia Política y RRII, en el 2015 fue del 65% la retención de la cantidad de estudiantes, es decir, que se reeinscribieron al segundo año, en tanto en el 2016 fue del 58%, y en el 2017 del 71%. “El dato alentador es que en algunas carreras se incrementa el índice de retención en el pasaje de primer a segundo año. Hay un conjunto de herramientas que hay que trabajar, ese es el desafío de la universidad, y es el que estamos impulsando”, destacó.

“Tenemos que ofrecer el compromiso institucional de acompañarlos en un recorrido que es difícil y complejo, y que en ciertos contextos se hace más complejo aún, pero nosotros tenemos la responsabilidad de garantizar las condiciones para que puedan hacerlo armónicamente, que es para lo que trabajamos”, agregó Bartolacci.

Plan de lucha por la Universidad Pública

Dado el contexto difícil que atraviesa la educación nacional, Laura Ferrer Varela, secretaria general de Coad, en declaraciones con Con la Gente, sostuvo que a partir del 6 de agosto se suspenden por tiempo indefinido las clases en todas las universidades del país. “Habrá evaluaciones periódicas. El 10 de agosto va a haber una primera evaluación a nivel nacional en los dos Conadu”, puntualizó.

Respecto a los reclamos que impulsan la medida de fuerza, la representante gremial aseguró que son los mismos que demandan los estudiantes. “Ellos piden que nos aumenten el salario, que aumenten el presupuesto y que solucionen los problemas edilicios. Esos son sus reclamos, que son los mismos que los nuestros. Vamos todos juntos por la universidad”, señaló.

Y concluyó: “Reclamar por lo nuestro, es reclamar por la defensa de la universidad pública. Por lo tanto es reclamar por los intereses de los que están estudiando”.