Ciudad

Frío y hambre

Preocupante: cada día hay más gente que pide comida en el Refugio Sol de Noche


En los últimos días, se hizo viral un video de la preocupante situación con la que tienen que lidiar los voluntarios del Refugio Sol de Noche, que aloja en las noches de invierno a personas en situación de calle. Además de recibir y alimentar entre 60 y 70 personas cada noche, brindan raciones de comida caliente a gran cantidad de familias que se acercan a la puerta de la institución. Los voluntarios afirman estar desbordados y piden que el Estado se haga cargo.

“Hay muchísima gente que se acerca a buscar comida y nos desborda en la tarea, porque tenemos que duplicar la cantidad de raciones que se dan. Estamos trabajando para la gente que está adentro y para afuera. Se nos está haciendo dificilísimo”, expresó Jorgelina Calderón, una de las voluntarias, a CLG.

Fotos: Refugio Sol de Noche (Facebook)

Jorgelina explicó que son siete voluntarios por noche y que, teniendo en cuenta la grave situación económica que vive el país, les cuesta mucho decir que no a quienes llegan pidiendo un plato de comida calienta. “A corto plazo, si no aparece alguna solución no vamos a saber qué hacer. No le estamos pudiendo prestar atención a la gente que viene al refugio”, indicó.

“Hay días que se acercan quince personas, hay días que se acercan veinte personas, otras veces siete. El tema es que cada uno trae un tupper y te pide raciones para siete, cinco, o más personas. Cuando sacaste la cuenta diste más raciones de comida afuera que adentro. Estamos dando 150 raciones de comida por día”, detalló la mujer con notable preocupación.

Fotos: Refugio Sol de Noche (Facebook)

Desde el Refugio, ubicado en Pasaje Marconi al 2000, en la zona oeste de la ciudad, expresaron que “la comida, sinceramente, es lo de menos”. Y resaltan que el mayor problema es la cuestión operatoria: “Lo que conlleva tener que cocinar también para toda la gente que está afuera”.

Entre los factores que harán imposible sostener esta actividad por mucho tiempo más, Jorgelina explicó que “hay poco tiempo, es un voluntariado y se va haciendo lo que se puede”. En este sentido, dijo que les resulta “muy doloroso” tener que decir que no.

“En la zona del refugio, la gente tiene poco recursos. El Estado tiene muchísimas más herramientas que nosotros para ayudarlos. Es necesario descomprimir esta situación. Tiene que ver con una situación económica del país, no estamos pidiendo algo para nosotros”, aseguró Jorgelina.