Política y Economía

Preocupación por la venta de Nucleoeléctrica: “Es perder un sector generador de riquezas e investigación”


El ingeniero electricista y magíster en Gestión de la Energía Nicolás Malinovsky advirtió sobre el impacto en la soberanía energética y científica

El Gobierno de La Libertad Avanza, a través del Ministerio de Economía, inició formalmente el proceso de privatización parcial de Nucleoeléctrica Argentina SA (NA-SA), la compañía estatal que opera las centrales nucleares de Embalse, Atucha I y Atucha II. La medida, oficializada mediante una resolución publicada a principios de noviembre, se enmarca en la Ley Bases y abre la puerta al ingreso de capitales privados en una de las empresas energéticas más estratégicas del país.

La decisión generó fuertes críticas desde distintos sectores científicos y técnicos, que advierten que se trata de una compañía superavitaria y clave para la soberanía tecnológica, energética e industrial de la Argentina.

En diálogo con Radio UNR, el ingeniero electricista y magíster en Gestión de la Energía Nicolás Malinovsky advirtió que “es perder un sector generador de riquezas e investigación”.

“Argentina tiene un sector energético privado. Lo que quedan son ciertos nichos a privatizar, como el sector nuclear, y en este sentido hay un embate para quedarse con esa parte”, explicó Malinovsky, autor del libro Crítica de la energía política.

Un sector estratégico en riesgo

El especialista sostuvo que el sistema energético argentino está en estado de alerta, ya que “no se están haciendo las obras de infraestructura necesarias que se demandan desde 2015 a la fecha”. Recordó que durante los gobiernos kirchneristas se produjo “una expansión muy fuerte, con las mayores obras realizadas desde el Ministerio de Planificación”.

Actualmente, el 55% de la energía del país proviene de combustibles fósiles, el 25% de fuentes hidroeléctricas, el 13% de energías renovables y el 7% del sector nuclear. Sin embargo, no hay nuevos proyectos de generación y las obras planificadas “están paralizadas, como el reactor nuclear CAREM o las centrales hidroeléctricas de la Patagonia”, advirtió.

Malinovsky alertó además sobre la falta de inversión en infraestructura de transporte eléctrico de alta tensión y la incertidumbre sobre los proyectos con China, “que van a quedar a la deriva, como ocurre en San Juan”.

“Un intento de desmantelamiento histórico”

El experto también trazó un repaso histórico del desarrollo nuclear argentino, destacando que el país lleva más de 75 años de trabajo en el área, con momentos de retroceso ligados a políticas neoliberales. “Desde 1976 vemos procesos de desindustrialización. En los 90 hubo intentos de desmantelamiento y hoy volvemos a un escenario similar”, sostuvo.

Actualmente, Argentina cuenta con tres centrales nucleares operativas —Atucha I y II en Zárate, y Embalse en Córdoba—, y el gobierno busca privatizar el 44% de Nucleoeléctrica, lo que, según Malinovsky, “abre la puerta para seguir profundizando la venta de acciones”.

“Nucleoeléctrica tiene un plantel de más de 2.000 trabajadores altamente calificados, con capacidad de construir centrales nucleares. Privatizarla es perder un sector estratégico, generador de conocimiento, empleo e investigación”, remarcó.