Ciudad

Preocupación en Rosario por una ola de robos a clubes con fuerte rol social


Foto: gentileza @maxiklan (LT8)

La agrupación infantil “Soes”, ubicada en Nuestra Señora del Rosario y San Nicolás, y el Club Social Juventud Unida, de Zeballos 3937, fueron blanco de delincuentes

Dos instituciones barriales de Rosario sufrieron graves robos en los últimos días, en hechos que no sólo dejaron pérdidas materiales, sino también un profundo impacto emocional en comunidades que trabajan diariamente por la inclusión de chicos y chicas a través del deporte.

Por un lado, la agrupación infantil “Soes”, ubicada en Nuestra Señora del Rosario y San Nicolás, fue blanco de un importante robo durante el fin de semana. Delincuentes ingresaron a un cuarto del predio y se llevaron pelotas, redes, una heladera, una freidora y una pava eléctrica, elementos indispensables para las actividades que allí realizan con más de 100 niños y niñas que practican fútbol.

“Nos dejaron en pelotas, hablando mal y pronto”, expresó con impotencia Carlos, uno de los referentes de la institución, en diálogo con El Tres. “Estamos acá para sacar a los chicos de la calle, pero hay gente mala en el barrio. No sabemos qué vamos a hacer, no tenemos más nada”. Desde la agrupación también explicaron que se vieron obligados a reforzar la vigilancia del lugar: una persona duerme en el predio para evitar nuevos robos.

En paralelo, el histórico Club Social Juventud Unida de Echesortu, ubicado en Zeballos 3937, sufrió el tercer robo en apenas doce días. “Esto genera una desmotivación enorme”, lamentó Damián, integrante de la comisión directiva.

“Con el de anoche fueron tres robos en doce días. Todo esto genera una desmotivación importante. Anoche no fue tan grave, pero se llevaron el router de internet, una pava eléctrica y gran cantidad de ropa que eran donaciones de los socios. Pero en el pimero de los asaltos se llevaron todas las herramientas con que contábamos en el club”, deslizó.

Los directivos apuntan a una casa abandonada de la zona como foco del problema. “Después del segundo robo la policía hizo un procedimiento ahí. Parece que detuvieron a uno y volvieron a entrar, tal vez en represalia. Esa casa es un punto de encuentro para robos en toda la cuadra”, señaló Damián en declaraciones a LT8.

Ambas instituciones hacen un llamado a la solidaridad para poder reponer lo perdido y seguir funcionando. Desde “Soes” compartieron el número 3416860118, y desde Juventud Unida difundieron el 3415464361 para recibir donaciones.

En una ciudad atravesada por la crisis y la inseguridad, los clubes barriales siguen siendo un refugio y una trinchera: espacios de contención, de aprendizaje y de comunidad que necesitan ser cuidados por todos.