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Informes CLG

Coletazos de la crisis

Preocupación en los clubes de barrio por el aumento de tarifas


Por Diego Carballido

En la ciudad existe una comunicación fluida entre las decenas de instituciones deportivas que existen en los distintos barrios. La Red de Clubes Rosario es un espacio que aglutina a 70 entidades de todas las zonas de la ciudad donde, mes a mes, se reúnen para compartir realidades y tratar de paliar dificultades en conjunto.

En diálogo con CLG, Jeremías Salvio, presidente del club Suderland y uno de los referentes principales de la red, compartió la preocupación que atraviesan muchas entidades de la ciudad por el aumento desmedido de los servicios y la falta de un apoyo económico a nivel nacional.

«El gobierno de la provincia nos subvenciona el 50% del consumo de la luz y el agua, pero las entidades empadronadas en el Registro Nacional de Clubes deberíamos tener un desembolso del 40% del consumo de los servicios de parte de Nación, algo que hace varios meses no viene sucediendo” explica Jeremías. Próximos a una nueva reunión, la Red de Clubes tiene planeado declarar la emergencia en cuanto a esta situación económica, luego de la ardua batalla que han mantenido para que la iniciativa de convertir a los clubes en sociedades deportivas no avanzara.

«El tema de las tarifas, en el último tiempo, es crucial» resalta el presidente de Suderland, y amplia: «El aumento desproporcionado de las boletas hace que sólo la ayuda del gobierno provincial no nos alcance. Tengamos en cuenta que la situación económica del país hace que la gente se ajuste y lo primero que deja de pagar son las cuotas de los clubes».

«Creo que muchos clubes se están desfinanciando»

A Jeremías no sólo le preocupa la falta de respuesta a nivel nacional sino que, también, la posibilidad concreta de la quita de las tarifas sociales en servicios, lo que sería un escollo muy difícil de sobrellevar para muchas instituciones que cumplen un rol social clave en los barrios rosarinos.

«Creo que muchos clubes se están desfinanciando. Solamente abren sus puertas, pero no pueden planificar hacer reformas o un adecuado mantenimiento porque no les alcanza el dinero” advierte.  «Los concesionarios empiezan a retirarse de los buffets porque ya no les conviene seguir adelante, generando un nuevo problema a los clubes que no pueden prestar ese servicio”, añade.

Es necesario tener en cuenta que muchas de las instituciones que pertenecen a la red cobran cuotas de un valor simbólico, que varía entre los 50 y los 100 pesos, y han tenido que afrontar boletas de luz que rondaron entre los 5.000 y hasta 17.000 pesos en algunos casos.

«Hay que ver a los clubes de barrio como espacios de construcción colectiva y los lugares donde se aprenden valores. Son generadores de lazos y alejan a los pibes de otros problemas, como por ejemplo la droga” reflexiona Jeremías y agrega que a esta función social que históricamente tuvieron las instituciones deportivas de barrio, hoy en día, han logrado trabajar en conjunto con planes de capacitación como el Nueva Oportunidad o el Ingenia.

Finalmente, Salvio comparte su preocupación por el futuro porque tiene la sensación de que «hay un sector de la sociedad que, evidentemente con las medidas que toman, están demostrando que les molesta la comunidad organizada, ya sea en un club o en un centro de estudiantes de una facultad».