La Federación de Industriales de Santa Fe analizó la caída de la demanda interna y las últimas decisiones del Gobierno nacional
La industria santafesina enfrenta un panorama complejo: a la caída de la demanda interna se suma la preocupación creciente por las medidas de apertura comercial impulsadas por el Gobierno nacional, que —según denuncian desde el sector— afectan la competitividad y ponen en riesgo miles de empleos en toda la provincia.
Desde la Federación de Industriales de Santa Fe (FISFE) manifestaron su “profunda preocupación” tras la entrada en vigencia del Decreto 273/2025, que elimina el Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU), un instrumento clave para regular el ingreso de maquinaria y equipos al país. La medida, aseguran, desregula un aspecto crítico del comercio exterior y abre la puerta al ingreso de maquinaria descartada en sus países de origen, sin los controles técnicos ni las garantías necesarias de seguridad y trazabilidad.
“La importación sin control de maquinaria usada genera una competencia desleal y golpea especialmente a los sectores que invierten en innovación, formación de personal y tecnología”, señalaron desde FISFE. La eliminación del CIBU permite el ingreso sin permiso previo de bienes usados incluidos en los capítulos 84 a 90 de la Nomenclatura Común del Mercosur: desde equipos industriales y agrícolas hasta aparatología médica.
El reclamo también fue acompañado por la Unión Industrial Argentina (UIA), que advirtió sobre los riesgos para los trabajadores y para la calidad de los productos nacionales. “Estamos ante una política que amenaza el desarrollo federal, la producción local y la generación de empleo genuino”, insistieron desde la Federación santafesina.
En este contexto, FISFE alertó sobre el impacto que esta desregulación puede tener sobre el corazón productivo de la provincia: el sector metalmecánico, que agrupa a más de 2.000 fábricas distribuidas en todo el territorio y genera más de 50.000 puestos de trabajo directos. Estas empresas abastecen al mercado interno y son eslabones clave en cadenas de valor como la agroindustria, la minería, el petróleo y la construcción.
El Tesorero de la entidad, Mariano Ferrazzini, llevó el reclamo al Congreso de la Nación y expuso ante la Comisión Pyme de la Cámara de Diputados. “Coincidimos en la necesidad de estabilizar la economía, pero no se puede hacer a costa de las capacidades productivas”, advirtió, y planteó la necesidad urgente de rever las políticas de apertura que hoy afectan el entramado industrial.
La Federación suma así una nueva voz de alerta a los reclamos que se acumulan en Santa Fe y otras provincias productivas, que ven en las decisiones del gobierno nacional un camino que desprotege a la industria local y pone en jaque la posibilidad de un desarrollo sustentable.
