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Advierten que las enfermedades reumáticas no son debidamente tratadas


La baja adherencia a los tratamientos impacta negativamente sobre el control de las enfermedades crónicas, como las reumáticas, por lo que los expertos destacaron que los pacientes discontinúan las terapias por olvidos, miedo a los efectos secundarios o a una eventual dependencia.

Existen falsas creencias como que la adherencia es mayor en las enfermedades más graves o que ésta varía según el poder adquisitivo del paciente.

Sin embargo, lograr una buena adherencia demostró mejorar las tasas de respuesta, para lo que es vital generar un vínculo de confianza con el médico, quien debe explicar al paciente la importancia de hacerlo, darle un espacio para que despeje sus dudas y realizar un abordaje personalizado reconociendo las barreras que afectan a cada uno.

Este fue uno de los temas abordados durante el 6º Congreso de Pacientes de Reumatología, que tuvo lugar en los días previos al 51º Congreso Argentino de Reumatología, que se celebra hasta el 17 de noviembre en Mendoza.

Una investigación que incluyó a 75 pacientes con artritis reumatoidea demostró que a los 2 meses de inicio del tratamiento, la adherencia era del 98%, aunque, dos años después, ésta bajaba al 34%.

Esto se traduce directamente en los resultados de la terapia: otro estudio vio que de los 14 pacientes cuya condición se había reactivado (sobre un total de 68), 11 no habían cumplido con las indicaciones de su médico.

«En artritis reumatoidea, para que el tratamiento sea efectivo es fundamental la adherencia terapéutica, por ejemplo, la toma o aplicación del medicamento es vital para lograr eficacia. No debemos generar sentimientos de culpa en el paciente, pero sí es necesario conversar para interpretar cuáles son las barreras que le impiden cumplir las indicaciones y trabajar en conjunto para superarlas», explicó Celina de la Vega, médica reumatóloga del Hospital Cosme Argerich.

Ente los motivos por los cuales los pacientes discontinúan el tratamiento, se encontraron dos grandes impedimentos: los perceptuales o intencionales y los prácticos o no intencionales. En la primera categoría se ubican aquellos miedos, dudas o información que llevan al paciente a decidir voluntariamente fallar.

Por otra parte, los prácticos se relacionan con imposibilidades que van más allá del control de cada uno, como olvidos o incapacidad de tomarlo a la hora estipulada por estar fuera de su casa, por ejemplo.

«Poder participar de este congreso es muy importante, en especial por estar dentro del marco de la Sociedad Argentina de Reumatología, lo que nos permite a las asociaciones de pacientes trabajar codo a codo con las sociedades científicas y con los médicos en particular. Así, tenemos la posibilidad de fortalecer el vínculo para que ellos tengan confianza en nosotros y conozcan la seriedad con la que nos dedicamos a esta misión», sostuvo Tini Jordan, paciente con artritis reumatoidea y Presidente de Artritis Alianza Federal.

En ocasiones, el médico puede no tener del todo claro el origen del problema de la adherencia y partir de premisas equivocadas o afirmaciones infundadas. Todavía existe el mito de que la adherencia es mayor en las enfermedades más graves, lo que no se corresponde con la realidad, dado que la severidad no es un factor que influye.

Otro mito sostiene que la adherencia varía según la situación sociodemográfica del paciente, pero esto no se vio reportado.

En cualquier caso, los especialistas coinciden en que para mejorar esta situación ayuda generar un vínculo de confianza con el paciente, explicarle por qué es importante respetar y sostener en el tiempo las indicaciones terapéuticas que le dio su médico, darle lugar para despejar sus dudas y realizar un abordaje personalizado atendiendo a las barreras que presenta cada uno.

Además, es importante no culpabilizar al paciente por esta situación, sino intentar comprenderlo y encontrar entre los dos la mejor solución.

«Para contribuir a la adherencia, una alternativa interesante sería el desarrollo de una aplicación o algún servicio similar para recordar a los pacientes la continuidad de su tratamiento.Las nuevas tecnologías pueden ser de gran ayuda»,  explicó De la Vega.

Por otra parte, Jordan subrayó que «es vital que se construya un vínculo empático para que la relación médico-paciente sea más sólida».

«A través del diálogo con el profesional de la salud, el paciente puede comprender que los secretos son la adherencia y el conocimiento del tratamiento. En ocasiones, se encuentran insatisfechos con la cantidad y el tipo de información que reciben de sus médicos en la consulta. En el marco de una relación fluida y de confianza, el profesional de la salud evaluará qué abordaje realizar con cada paciente y le brindará la información y los consejos que éste necesita para cumplir con el tratamiento», dijo.

Aunque los factores intencionales y no intencionales que atentan contra la adherencia pueden parecer independientes, se interrelacionan: una motivación para completar el tratamiento puede ayudar a sobreponerse a barreras no intencionales.