Persianas bajas, galerías y locales cerrados, escasa circulación vehicular y casi nadie caminando, lo que se ve una tardecita en el microcentro local
Calles desiertas, negocios cerrados y mucho silencio… el reloj marca las 18.15 y así se ve el microcentro de Rosario, en plenas restricciones. Sí, en pandemia la imagen duele, porque demuestra lo que vive el sector comercial, uno de los más jaqueados por esta situación.
CLG recorrió las principales arterias del centro y se topó con persianas bajas, galerías y locales cerrados, escasa circulación vehicular y casi nadie caminando. La tristeza se apoderó de las calles de una ciudad que está golpeada por este maldito virus que no se quiere ir.
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