El plan de desconfinamiento diseñado en Portugal dibuja un escenario de cuatro fases con un intervalo de 15 días entre cada una de ellas para aliviar el impacto de las fuertes restricciones dictadas a principio de año
Portugal inició hoy la segunda fase de su plan de desconfinamiento progresivo al reabrir la hostelería y los museos y permitir la vuelta a clase de alumnos del segundo y tercer ciclo, hasta los quince años de edad.
«La decisión de proceder con la segunda fase del plan del Gobierno se tomó el jueves 1 de abril en el Consejo de Ministros, tras analizar la situación de la pandemia en Portugal», informó el Ministerio de Salud a través de un comunicado recogido por la agencia de noticias Sputnik.
En concreto, el plan de desconfinamiento diseñado en Portugal dibuja un escenario de cuatro fases con un intervalo de 15 días entre cada una de ellas para aliviar el impacto de las fuertes restricciones dictadas a principio de año, cuando la pandemia golpeó duramente al país con el fin de limitar los contagios por coronavirus.
El plan otorga flexibilidad al Gobierno para modificar los plazos en función de la situación epidemiológica.
La primera fase arrancó el pasado 15 de marzo con la apertura de librerías, peluquerías y la vuelta al colegio de los alumnos de hasta nueve años de edad.
Esta vez, se amplía la actividad presencial en las escuelas y se permite la apertura de pequeños comercios (menos de 200 metros cuadrados), gimnasios (sin clases grupales) y museos.
Los otros sectores que retoman las actividades tendrán que seguir unas normas sanitarias estrictas.
Se vuelve a permitir el consumo en bares y restaurantes, aunque solo en espacios al aire libre, con un máximo de cuatro personas por mesa y bajo la obligación de que el local cierre antes de las 22.30 los días de semana o a las 13 los fines de semana, indicó la agencia de noticias AFP.
Los museos deberán adaptar sus horarios y en los gimnasios, los cursos colectivos no están autorizados.
Finalmente, se levanta también la prohibición de circular entre municipios los fines de semana.
«Esperamos recibir muy pocos visitantes», ya que no hay turistas extranjeros, explicó Antonio Nunes Pereira, director del Palacio Nacional de Pena, en la turística localidad de Sintra, a unos 30 kilómetros de Lisboa.
Según el funcionario, habrá una «auténtica reanudación» en la temporada estival, cuando «el proceso de vacunación esté más avanzado en Europa» y se reduzcan las restricciones para viajar.
Portugal, que durante la primera ola de la pandemia se vio mucho menos afectado que otros países europeos, tuvo que hacer frente a una explosión de casos tras las fiestas de fin de año.
Los hospitales quedaron saturados y el Gobierno impuso un segundo confinamiento general a mediados de enero. Una semana después, cerró las escuelas.
Actualmente, presenta una incidencia acumulada de 65,5 casos positivos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.
Según los datos de la Dirección General de Salud de Portugal, el país acumula 823.335 casos confirmados y 16.879 muertes desde el inicio de la pandemia.