Las víctimas mortales por la represión policial a las manifestaciones que hace 48 horas sacuden a Irak en reclamo de mejores servicios básicos se elevaron a 12 y los heridos a cerca de 800, mientras Bagdad vuelve a ser hoy escenario de nuevas protestas pese al toque de queda impuesto por el gobierno.
El balance de muertos fue proporcionado Ali al Bayati, uno de los integrantes de la Comisión de Derechos Humanos de Irak, un organismo gubernamental que fijó la cantidad de heridos en 782.
Entre ellos figuran 87 miembros de las fuerzas de seguridad, de acuerdo con la fuente, quien precisó que también hay 132 detenidos en el marco de unas protestas que comenzaron el martes contra la corrupción y el desempleo y para pedir mejores servicios públicos, como electricidad y agua potable.
En algunos casos, los manifestantes acabaron coreando lemas que pedían directamente la caída del gobierno de Abdel Abdelmahd, formado hace un año con un perfil tecnócrata para hacer frente a los acuciantes problemas económicos que sufre Irak tras años de conflicto y una extendida corrupción.
Pese a que las autoridades decretaron el toque de queda y restringieron el acceso a internet en la capital, esta mañana se registraron disturbios en al menos dos puntos, uno de ellos la plaza Al Tayaran, adyacente a Tahrir, donde el martes se produjeron las primeras protestas, consignó la agencia de noticias EFE.
Una segunda manifestación ocurre en la plaza Al Julani, en el centro de Bagdad, confirmó una fuente policial con rango de coronel que pidió el anonimato.
Este es el tercer día consecutivo de unas protestas que derivaron en choques entre los participantes y las fuerzas de seguridad, que respondieron con tiros al aire, cañones de agua y gas lacrimógeno al lanzamiento de piedras y botellas.