La fecha fue instituida en homenaje a Arturo Jauretche, intelectual, político y luchador incansable por un pensamiento propio
Pensador argentino, militante y funcionario del primer gobierno peronista, Arturo Jauretche es sin dudas uno de los mayores aforistas de la política latinoamericana del siglo XX.
Nacido en Lincoln el 13 de noviembre de 1901, en homenaje a su trayectoria intelectual se celebra en todo el país el «Día del Pensamiento Nacional».
Destacado cuadro político de la UCR, fue funcionario del segundo gobierno del presidente Hipólito Yrigoyen en 1928, y luego pasó a la resistencia tras el derrocamiento del líder personalista el 6 de septiembre de 1930, en lo que fue la primera interrupción constitucional del siglo con el Golpe de Estado dirigido por los generales José Félix Uriburu y Agustín P. Justo.
Revuelta y prisión
Jauretche fue un activo crítico de la dictadura nacionalista e incluso participó del levantamiento de Paso de los Libres, una insurrección planificada por radicales yrigoyenistas que cruzó junto a nutrido grupo de paisanos, a finales de 1933, el río Uruguay desde Brasil, y tomó por asalto aquella ciudad correntina.
La revuelta fue aplastada por el gobierno de facto y Jauretche encarcelado. Durante sus días en prisión, escribió un poema gauchesco que narraba la revuelta, titulado El paso de los libres, que se publicó con el prólogo de un escritor que entonces tenía solo 35 años, Jorge Luis Borges.
Poco después, junto a un grupo de militantes e intelectuales radicales desencantados con la dirección del partido, entre quienes figuraban Homero Manzi y Raúl Scalabrini Ortíz, fundó la Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina (FORJA), un influyente movimiento que gravitó en la política nacional.
Primer peronismo y renuncia
Jauretche fue uno de los primeros entusiastas del justicialismo y cuando Juan Perón llegó a su primera presidencia, en febrero de 1946, fue nombrado director del Banco Provincia.
Sin embargo, renunció el 30 de enero de 1950 por diferencias con la dirección del Banco Central, pero sobre todo desencantado por el insoportable clima de obsecuencia con el que los funcionarios adulones del primer gobierno peronista endulzaron los oídos del líder popular.
Tras la caída del segundo gobierno de Perón, se exilió en Montevideo donde se dedicó al pensamiento sobre la realidad nacional y a la escritura intensiva de sus obras.
Creador de originales aforismos, axiomas, apotegmas o como quiera llamárselos, Jauretche construyó su profusa obra con una docena de ensayos de historia política, donde naturalmente se destaca su libro más conocido, Manual de zonceras argentinas (1968).