Es clave para tener un buen estado mental, emocional y físico. ¿Qué puede causar su deficiencia?
Originalmente se las nombró con una letra del alfabeto hasta que se fue conociendo su estructura química.
Haciendo foco en las vitaminas del grupo B, ellas comprenden: la tiamina o B1; la riboflavina o B2; la niacina o B3; el ácido pantoténico o B5; la piridoxina o B6; el ácido fólico o B9 y la cianocobalamina o B12,
Vitaminas esenciales
Todas son esenciales para una buena salud cerebral, aunque en distintas proporciones. En tal sentido resalta la importancia de la B12 ya que resguarda las funciones cognitivas (atención, orientación, memoria, funciones ejecutivas) y la salud emocional.
Según el artículo mencionado “la importancia de todas las vitaminas B para la función cerebral queda ilustrada por los síntomas neurológicos y psiquiátricos comúnmente asociados con la deficiencia de cualquiera de estas ocho vitaminas”.
Y, dentro de este grupo, la B12 es la vitamina clave para que en la edad juvenil y adulta haya un buen estado mental, emocional y físico. Su deficiencia puede impedir la adecuada producción de serotonina que es esencial para tener un buen estado anímico, sin angustia, mal humor, irritabilidad o depresión.
También un nivel adecuado de B12 favorece la vitalidad y el funcionamiento de las neuronas, que puede tener su relevancia y correlación en personas con autismo, esquizofrenia o Alzheimer (correlación no significa causalidad).
Esta vitamina está presente en forma natural en alimentos de origen animal y en los fortificados con vitamina B12 agregada y es importante saber que los vegetales no la contienen a menos que estén fortificados.
Conviene comer alimentos variados tales como pescado, carne vacuna, carne de aves, huevos, leche y otros productos lácteos, hígado y los cereales que se comercializan para el desayuno.
El cuerpo absorbe la vitamina B12 de los alimentos en un proceso que consiste de dos etapas. En la primera, el ácido clorhídrico del estómago separa la B12 de la proteína a la que está unida. Después, la vitamina liberada se combina con una proteína que produce el estómago (llamado Factor Intrínseco) y así el organismo las absorbe juntas.
Se estima que entre un 3 % y un 43 % de los adultos mayores tienen deficiencia de vitamina B12.
Y más aún si no producen suficiente jugo gástrico, toman algunos medicamentos (omeprazol o similares; metformina para nivelar la glucemia), quien fue sometido a cirugía gástrica (para perder peso o por ser necesaria la extirpación total o parcial del estómago), los veganos o quienes sufren trastornos intestinales.
Ante un cuadro cerebral o emocional, es habitual o conveniente que el psiquiatra solicite el dosaje en sangre de vitamina B12.