El aislamiento social muchas veces nos lleva a dejar de lado esas costumbres alimenticias que manteníamos en la rutina
La cuarentena cambió la rutina de todos de tal manera que atacó directamente contra nuestros hábitos y nos generó más tiempo libre. Mucho de ese tiempo lo volcamos directamente al arte culinario. Pero si bien, por un lado es beneficioso amigarse con la cocina, por el otro puede ser contraproducente ya que las tentaciones son mayores.
Cuidarse es sencillo, sólo hace falta tomar conciencia de lo que estamos ingiriendo y alimentarnos balanceadamente como lo hacíamos antes de entrar en cuarentena. «A modo general, podríamos recomendar respetar los horarios que solíamos tener y no modificar demasiado la rutina habitual de ingestas», dijo la licenciada en Nutrición, Solana Novillo.
¿Por qué es importante respetar los horarios? Porque el tiempo libre, la ansiedad y el aburrimiento predisponen a las personas a comer todo el tiempo alimentos preparados, sobre todo: «ideal sería que el 80% de lo que comamos sea preparado en casa».
«Hacer las cuatro comidas diarias es esencial para mantener un buena alimentación, aún estando en cuarentena», explicó por su parte la nutricionista Agustina Ramón.
Para comenzar a distribuir mejor las comidas, Novillo recomienda mejorar la calidad de los desayunos y meriendas: «solemos repetir el consumo de harinas, azúcares y mermeladas y dejamos de consumir nutrientes indispensables. La estrategia está en buscar la variedad».
Ahora que la actividad diaria disminuyó para muchos, hay comidas o formas de cocinar con las que se debería tener mayor cuidado o evitarse. «Deberíamos evitar alimentos de alta densidad calórica como por ejemplo las facturas, las cremas, los snacks fritos, las galletas, los panificados y el alcohol, entre otros», dijeron las nutricionistas.
De manera natural y casera, podés preparar vos mismo algunos snacks para dejar listos en la heladera y comer cuando te agarre ansiedad. Novillo y Ramón recomendaron algunas opciones:
– Bastoncitos de zanahoria o apio: cortar las verduras en forma de bastoncitos y consumir con queso untable condimentado con especias a gusto.
– Batatas cortadas en rodajas, cocinadas al horno.
– Palta pisada con limón, sal y tomate deshidratado.
– Queso blando con tomate y algunas semillas.
– Coquitos saludables: 125 gr de coco rallado, dos huevos, edulcorante a gusto, ralladura de naranja o limón. Mezclar todo y formar bolitas con las manos. Llevar a horno durante 10 minutos o hasta que queden crocantes. Y ¡listo!
– Pochoclos
– Gelatina
Recomendaciones para mantener una alimentación equilibrada
– Un almuerzo completo: al menos ¼ del plato fuentes de proteínas, ¼ del plato hidratos de carbono y ½ del plato restante presencia de verduras crudas o ensaladas.
– Que la merienda sea distinta a lo que haya desayunado.
– La cena ideal debería realizarse al menos tres o cuatro horas antes de irnos a dormir. Esto beneficiará el sueño y la secreción de melatonina. Además se recomienda evitar grandes cantidades calóricas y comidas pesadas.
– Evitar el uso de aceites en caliente: las frituras. Reemplazar todo tipo de frituras por preparaciones a la plancha y al horno.
– Un consejo para no tentarse los dulces muy azucarados es tener en casa cacao amargo en barra o en polvo, coco rallado, huevo, manteca de maní, frutas secas, alguna fruta y edulcorante: con estos ingredientes podrás realizar muchísimos postres ricos y saludables. Por supuesto se debe cuidar su cantidad.
Fuente: La Gaceta de Tucumán