Hace años se desconocía la importancia de lavarse los dientes y nadie lo hacía. Sin embargo, las cosas han cambiado y hoy en día resulta impensable no cepillarse tras cada comida. El caso de la lengua es diferente, pues la necesidad de limpiarla continúa en muchas ocasiones olvidada, a pesar de ser fundamental para manetener una correcta higiene y salud bucal.
Sin ella no podríamos llevar a cabo acciones tan imprescindibles como hablar, masticar, tragar o saborear la comida. «Tiene una diversidad de músculos enorme, lo que permite que tengamos una gran movilidad. Además, permite detectar táctilmente muchas superficies y cuenta con vasos sanguíneos y nervios importantes», asegura Bruno Baracco, vocal de la Junta de Gobierno del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Madrid.
El experto explica que en la base de la lengua, llamada suelo lingual, se encuentran las glándulas salivares. Además, está forrada de miles de papilas, las filiformes dan ese aspecto aterciopelado y las gustativas, que se dividen en muchos tipos, son las que nos otorgan en sentido del gusto.
Una superficie irregular
«La superficie de la lengua tiene tanto relieves como hendiduras, es muy accidentada», dice Barocco. Esos recovecos hacen que se acumulen restos de alimentos y bacterias que pueden generar caries o enfermedades periodontales.
Por ello, es muy importante limpiar la lengua correctamente. «Al hacerlo notaremos más los sabores y vamos a redundar en un beneficio en toda la salud de la boca, reduciendo también las posibilidaes de tener mal aliento», explica el experto.
La lengua, que ha de tener un aspecto aterciolepado y rosado, puede ser reflejo del estado de salud del paciente. «No debe estar blanquecina, ni tampoco lisa pues sería una lengua inflamada», asegura.
Además, si tiene un aspecto amarillento o marrón suele deberse a una falta de limpieza pero también puede ser reflejo de alguna patología o problema. Por ello, el especialista aconseja consultar a nuestro odontólogo en caso de mantener una buena higiene y encontrar cambios en la apariencia de nuestra lengua.
Recomendaciones
Barocco da algunos consejos para mantener una buena higiene en nuestra lengua:
- Limpiarla cada día, al menos dos veces.
- El utensilio ideal es el raspador lingual, aunque también podemos emplear un cepillo de dientes (en el caso de este último no deberá ser el que usemos para lavarnos los dientes).
- Sacar la lengua todo lo que podamos, apoyar el aparato en el dorso de la lengua y presionarlo ligeramente, deslizándolo desde atrás hasta la punta de la lengua.
- Usar pasta de dientes, agua o un colutorio. Recomienda que se consulte al dentista tanto qué pasta de dientes como qué colutorio utilizar.
Fuente: 20minutos