Por Matías Gregorio
Este domingo se celebrarán las elecciones presidenciales en Brasil con una gran polarización que divide las opiniones en torno a dos candidatos: el socialista y representante del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad, y el ultraderechista Jair Bolsonaro. Las encuestas arrojan que ambos políticos son quienes tienen mayor intención de voto entre los ocho candidatos, con una diferencia en favor de Bolsonaro, que creció en los últimos días.
Pero no se trata de una elección más en la historia. Será una jornada única e inédita, que marcará una bisagra en toda Latinoamérica. Los comicios llegan luego de que Dilma Rousseff fuera destituida del cargo por juicio político en 2016, de que el vicepresidente Michel Temer tome el poder y de que Lula da Silva, quien tenía mayor intención de voto en las encuestas con un 40%, no pueda participar por estar detenido acusado de corrupción. En el medio de la tormenta, surgió Jair Bolsonaro, un capitán del ejército con propuestas extremistas que rozó la muerte al ser apuñalado en una recorrida de campaña.
Así se realizarán las elecciones en Brasil. Para comprender por qué se trata de una votación sin igual, CLG dialogó con el periodista rosarino Pablo Bilsky, quien es analista de política internacional en la cooperativa La Masa. Bilsky describió varios hechos para explicar la coyuntura de los sufragios.
Dilma out
«Hay un proceso de vaciamiento de la democracia y de degradación de las instituciones que comenzó con la destitución de Dilma en 2016, que no fue acusada de ningún cargo de corrupción», señaló quien desde 1998 publica relatos en la sección Contratapa del diario Rosario 12. Y agregó: «La ex presidenta pierde el cargo por una cuestión administrativa y quienes impulsaron el impeachment están condenados por corrupción».
«Allí empezó el avance de la derecha y de los mercados. Estas elecciones llegan como un capítulo más de ese proceso de vaciamiento de la democracia brasileña», fundamentó Bilsky.
Lula, fuera de carrera
Tras la salida de Dilma, Lula da Silva, quien fuera presidente entre 2003 y 2013, volvió a ser el principal candidato del PT para las elecciones de este año. Pero una causa de corrupción en su contra lo puso tras las rejas y la justicia brasileña impidió que se presente en los sufragios. «El candidato que tenía más intención de voto está preso y la mayoría de los juristas del mundo, como así también personalidades destacadas, han pedido por la libertad del ex presidente al considerar que está detenido injustamente», expresó quien también es profesor de literatura española en la Facultad de Humanidades y Artes.
«De hecho, el juez Sergio Moro, quien lo condenó, dijo que no tenía pruebas y que lo hacía por convicción», agregó Bilsky, y enfatizó al decir que «la elección ya se vuelve atípica porque el candidato que la gente quería fue enviado a prisión sin fundamentos».
Y continuó: «Con poco tiempo para hacer campaña, el PT tuvo que cambiar la fórmula y lanzar la candidatura de Fernando Haddad, quien tiene muy poco conocimiento popular».
Bolsonaro no era el elegido
En este contexto, surgió el controvertido candidato de ultraderecha Jair Bolsonaro, un ex capitán del ejército que para Bilsky «se presenta como afuera de la política porque no integra ninguno de los dos partidos tradicionales de Brasil y se alimenta de este sentimiento ‘anti político’, pero es legislador desde 1991».
El periodista rosarino aseguró que «todo el establishment, es decir, la Justicia, los medios, los grandes industriales y comerciantes de San Pablo, el mundo de las finanzas y el negocio agropecuario sojero, están con Bolsonaro porque vieron en él la única opción que les quedaba».
«El candidato que ellos querían era Geraldo Alckmin, pero tiene menos del 10% de intención de voto. A su vez, la otra opción era Henrique Meirelles, que reúne el 2%. Al verse agotadas esas posibilidades, decidieron que Bolsonaro sea quien continúe el plan de ajuste que ya comenzó Temer», detalló Bilsky.
Congreso fragmentado
No sólo habrá un nuevo presidente a partir de este domingo en Brasil, sino que también se renovará la totalidad de la Cámara baja y dos tercios de la Cámara alta. «Al que gane le va a costar mucho gobernar porque el Congreso está muy dividido, con más de 20 partidos. Tendrán que negociar ley por ley», explicó.
La mirada de Argentina
En cuanto a cómo afectarán los sufragios en el país vecino a nuestro territorio, quien también es escritor, no dudó en afirmar que «las elecciones pueden afectar y mucho a Argentina y la región».
«El gobierno, que viene trabajando codo a codo con Temer, está muy expectante. Sería muy diferente el 2019 de Argentina con un triunfo del PT, que con un triunfo de Bolsonaro», argumentó.
Por el lado de Latinoamérica, Bilsky dijo que «si se da el cambio en Brasil, junto con el que ya se produjo en México, habrá una reconfiguración muy importante en la región».