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Política y Economía

Salió del closet

Por primera vez un diputado nacional hizo pública su homosexualidad


Se trata del diputado nacional por el Movimiento Evita Leonardo Grosso, legislador desde el año 2011, quien con su mensaje se convirtió en el primer diputado nacional en «salir del closet» mientras ejerce su cargo. En un emotivo mensaje, además de expresar las razones que lo llevaron a divulgar algo de su vida privada, usó como referencia a Carlos Jáuregui, el emblemático activista de la comunidad LGBT que luchó por los derechos de los homosexuales en una época en la que hacerlo podría haberle costado la vida y que sentó las bases para que esta minoría ganara terreno con el correr de los años.

La fecha elegida por Grosso no es casualidad. Esta tarde se llevará a cabo una nueva edición de la Marcha del Orgullo Gay en la ciudad de Buenos Aires, y según le dijo a Infobae, este año va participar de la movilización como lo hizo ya muchas veces. La carta, acompañada con una foto de él dándole un beso a su pareja, refleja de cierta manera el proceso que le llevó tomar la decisión.

«Soy Marica y así elijo nombrarme. Como decía el compañero Jáuregui ‘en una sociedad que nos educa para la verguenza, el orgullo es una respuesta política’. Al closet no nos empujan nunca más. ¡Feliz día de la militancia!», escribió el diputado como final a una carta que en segundo tuvo gran repercusión.

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EL ORGULLO ES UNA RESPUESTA POLÍTICA Nunca me imaginé estar haciendo esto. Quizás porque como le dijo mi compañero a su mamá al salir del closet, “ningún hijx aclara su sexualidad si es heterosexual”. Quizás porque tengo una familia hermosa que me ama y me banca en todas. Quizás porque mis amigxs, mis compañerxs del Evita me conocen, me quieren y respetan como soy. Quizás eso me sirvió de excusa, quizás antes no me animé. Tengo 35 y milito desde los 17, esto siempre fue una contradicción en mi vida. La política es machista, patriarcal y se mueve en esos códigos. La lucha por poner la política al servicio de las mayorías populares no escapa a esta lógica, por más justa que sea. Quizás porque ahora la marea feminista y disidente vuelve a poner todo en jaque. Quizás ahora, acá, con ellas no me siento más una minoría. Las pibas siguen abriendo caminos, como antes lo hicieron otres. Quizás estoy harto de la doble vara de la política, de la hipocresía como regla. Quizás porque creo que lo que hago, lo que pienso y lo que digo, no cambia en nada según a quien amo, o sí, y en el mejor de los sentidos. Quizás porque no quiero que les cueste lo mismo que a mí, que no se sientan mal, discriminados, ninguneados, perseguidos, con miedo al bardeo y para eso abrir caminos, hacernos visibles, ayuda. Quizás porque hay un brote fascista en el continente, porque me sentí interpelado cuando metieron presa a una piba por besar a su novia o echaron a dos pibes de una pizzería. Quizás porque vi pibes morirse de bronca, porque no pude caminar de la mano con mis amores desde chico o me tuve que besar a la vuelta de la esquina por miedo al qué dirán. Quizás también porque estoy enamorado, por el abrazo de un amigo cuando le conté, la sonrisa cómplice de una doña en Villa Hidalgo, o porque compañeras de la cooperativa me cuidan al Rubio cuando llega a algún lugar. Quizás porque mi abuela de 89 años me pedía que adopte bisnietos, por todo ese amor… hoy me animo. Soy Marica y así elijo nombrarme. Como decía el compañero Jáuregui “en una sociedad que nos educa para la verguenza, el orgullo es una respuesta política”. Al closet no nos empujan nunca más. ¡Feliz día de la militancia!

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El legislador contó que lo hizo en parte como respuesta «al difícil contexto de discriminación» que se agudizó en la región con el surgimiento de gobiernos como el de Jair Bolsonaro en Brasil, un dirigente abiertamente homofóbico. «Lo hice porque acá también la situación es difícil y que pasaban cosas que quiero que pasen. Hay una dirigencia con poca reacción cuando hay situaciones de discriminación después del capítulo maravilloso que vivimos en la Argentina hace algunos años cuando salió por ejemplo la Ley de Matrimonio Igualitario. Acá hace poco metieron presa a una piba por besar a su novia o echaron a dos pibes de una pizzería», recordó.

Entre varios detalles, dijo que tomar esta decisión le llevó mucho tiempo y que sin dudas «fue sacarse una mochila de encima». «Me costó un montón. Fueron años. No es que te levantas un día y decís ‘voy a decir que soy gay’. Es un proceso de aceptarse, de construirse y de entender que uno no tiene un problema», agregó.