Un arqueólogo que trabajó sobre las piezas dijo que el animal prehistórico podía "pesar como 3 o 4 toneladas, pararse en sus patas traseras, y llegar a medir hasta 6 metros
El hallazgo de restos fósiles en Santiago del Estero que corresponden a un megatherium (perezoso gigante), una especia extinta entre hace 100 mil años y 10 mil años, podría convertirse en «la primera vez que aparecerían evidencias de este animal en la provincia, aunque hay que volver a revisar investigaciones de antiguos naturalistas», dijo a Télam el paleontólogo Raúl Vezzosi.
Los dos restos, un sacro y un hueso largo, fueron encontrados por un joven santiagueño, David Melián en la zona del río Dulce, en la localidad de Los Nuñez, departamento Capital, quién comunicó a las autoridades provinciales y éstos acudieron al lugar.
El director de Patrimonio Cultural de la provincia, Alejandro Yocca junto al arqueólogo Diego Catriel Leon, docente de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE) e investigador del Conicet, acudió a la zona denominada la Isla de Aragonés, oportunidad en que recabaron información y estudiaron el lugar. A esta investigación se sumó el paleontólogo Raúl Vezzosi, quien a través de fotos y diálogo con Yocca y Leon confirmaron que se trataba de un perezoso gigante que ya está en extinción.
«Los restos que se encontraron son muy grandes pero no está completo, por eso es un fragmento y corresponden a la cadera de un perezoso gigante, que es un animal que ya no está habitando nuestro país, sino que habitó en un momento pasado en el Cuaternario, hace unos 10 mil o 100 mil años atrás», explicó Vezzosi.
«No conocemos verdaderamente la edad de este perezoso porque hay que realizar estudios en detalle con geólogos para poder precisar la antigüedad de este registro», comentó, sin embargo añadió que «el material está muy mineralizado, eso denota que tiene una importante antigüedad».
«Por lo que correspondería a un resto fósil que en el rango que vivió en la megafauna Cuaternaria se puede hablar de millones de años a unos últimos 10 mil años antes del presente, que es donde se encuentran los últimos registros y evidencias en algunos sitios de Argentina», expresó Vezzosi.
Al brindar algunos detalles, el paleontólogo indicó que se trata de un «fragmento de cadera que según lo que se puede observar es parte del hueso sacral de la cadera y parte de uno de los lados que sería un hueso de la pelvis» y en ese sentido agregó que «como es de un perezoso se puede identificar correctamente por el hecho que esos huesos se encuentran fusionados en estos animales».
«La otra pieza es más chica y posiblemente sea un fragmento de hueso de algunas de las extremidades de este megaterio o bien de otro animal», indicó.
«Es un mamífero de una dimensión importante, sería de 3 metros de altura este gran perezoso gigante que habitó y conformó parte de lo que sería la megafauna de lo que es la región Pampeana y Chaqueña», aseveró.
Mientras que por su lado, el arqueólogo Leon dijo que podían «pesar como 3 o 4 toneladas, se podían parar en sus patas traseras, por lo que podían llegar a medir hasta 6 metros».
«Eran animales herbívoros que se alimentaban de vegetación arbóreas y pasturas, aunque hay otras investigaciones que decían que tenían una dieta más variada, que podrían haberse alimentado de animales muertos ya en descomposición como una necesidad de consumir proteínas, pero no serían carnívoros sino herbívoros», puntualizó el palentólogo.
Leon, en diálogo con Télam explicó que «el fósil apareció en el cauce del río, ya que hubo una bajante muy pronunciada como es en esta época, ahora hay como playa y una especie de piletón y ahí es donde lo recuperaron».
«Los restos fósiles estaban en ese especie como piletón bajo del cauce, no estaban sedimentados o sea estaban sueltos y por algunas características que poseían esos restos como que eran brillantes, estuvieron expuestos al sol, estaban en algunas partes como rodados, creemos que ese lugar en donde lo hallaron no fue el lugar donde el animal murió, sino que el agua posiblemente los arrastró y los depositó allí», describió el especialista.
A la vez afirmó que «el megaterio vivió con el hombre, de hecho hay reportes de sitios en donde fue cazado el megaterio».
«El hallazgo de este sacro, que es la parte final de la columna, desde el punto de vista arqueológico no es frecuente, porque son huesos muy porosos y livianos, son de difícil hallazgo, son partes que pueden brindar buena información».
Tanto Vezzosi como Leon resaltan la riqueza paleontológica y arqueológica de Santiago del Estero, ya que «hay evidencia y registro de interesantes hallazgos que están en los museos de la ciudad Capital como también en Las Termas de Río Hondo».
En ese sentido detallaron que se encontraron en la provincia restos de gliptodontes, mastodontes, entre otros y el arqueólogo manifestó que «es frecuente encontrar fósiles en Santiago del Estero por el tipo de río que existen, por los sedimentos en los cuales se encuentran depositados estos fósiles, son lugares donde estos animales quedaban entrampados y morían y porque la dinámica del rio es de desplazarse, va despejando, erosionando y formando estas barrancas en donde quedan expuestos estos fósiles».