Ante las reiteras balaceras que se dieron en Rosario y que amenazan al Poder Judicial, el Ministerio de Seguridad de la provincia de Santa Fe decidió suspender todas las licencias del personal policial para contar con más efectivos en las calles.
La decisión fue dictada por la secretaría de Seguridad Pública, dependiente de la cartera provincial de Seguridad. Calificaron de «urgente y extrema» la suspensión de las licencias ordinarias, extraordinarias y/o excepcionales en la Policía provincial. Los únicos permisos que se mantendrían son los casos de mujeres embarazadas o que hayan dado a luz recientemente.
Dicha medida obedece a la necesidad de contar con todo el personal disponible para patrullar la ciudad ante los constantes casos de ataques a balazos contra domicilios de jueces y familiares que han intervenido en el juzgamiento de la banda Los Monos.
Además, se hizo un pedido explícito para que los jefes policiales destinen la menor cantidad posible de personal a tareas administrativas, con el fin de que haya más efectivos en tareas de calle. Asimismo, se dispuso la conformación de un comité de crisis para controlar las nuevas disposiciones.
Por último, la resolución prohíbe que los policías asignados a custodias utilicen sus teléfonos celulares personales o cualquier otro dispositivo electrónico. Dicho postulado es de «cumplimiento obligatorio» y alcanza «a todo el personal de la Policía de Santa Fe».