Más de un millón de personas necesitan ayuda alimentaria en este contexto
La ONG Acción contra el Hambre (ACH) alertó que en Guatemala la pandemia del coronavirus duplicó hasta los 1,2 millones el número de personas que necesitan ayuda alimentaria a raíz de la pérdida de medios de vida que provocaron las medidas de confinamiento.
Guatemala impuso en marzo un toque de queda que en abril se convirtió en confinamiento, lo que impidió a quienes dependen de su trabajo diario para sobrevivir puedan ganar el jornal y al día de hoy 1,2 millones de personas necesitan ayuda alimentaria, 570.000 más que a principios de año.
«Más de la mitad de los hogares de Guatemala están teniendo dificultades para acceder a los mercados y cuatro de cada diez familias están usando estrategias de adaptación que las dejan en peor situación, como la pérdida de ahorros o la venta de algunos activos de los que dispongan», alertó la directora adjunta ACH en Centroamérica, Angela Naletilic, citada por la agencia de noticias Europa Press.
La organización también llamó la atención sobre los casos de desnutrición aguda infantil, más de 15.000 a finales de mayo, «cifra que supera el total de casos registrados durante el conjunto de 2019».
Si bien el país, con 9.845 casos y 384 muertos, no se encuentra entre los más afectados por el enfermedad en la región, la ONG advirtió que «su impacto puede ser aún mayor» por «la baja inversión pública, la falta de infraestructura sanitaria adecuada y las grandes brechas en el acceso a los sistemas básicos». «Nos preocupa especialmente la zona del Corredor Seco, donde se están aumentando los casos de desnutrición aguda entre niños y niñas menores de cinco años”, señaló Naletilic.
La organización detalló que las consultas externas y los servicios de prevención de la desnutrición, así como los servicios regulares de atención a la salud materna e infantil dejaron de funcionar con normalidad desde que se declaró la pandemia.
«Los servicios de salud se han enfocado durante más de dos meses a las acciones para prevenir la Covid-19, lo cual pone en riesgo la salud de este sector tan importante de la población», explicó Jéssica Coronado, coordinadora de Nutrición y Salud de ACH en Centroamérica.
Por otro lado, la ONG mostró su preocupación ante las deportaciones de migrantes guatemaltecos, incluidos menores no acompañados, producidas durante la pandemia desde México y Estados Unidos, a pesar del cierre de fronteras. Se trata de 7.876 deportados, entre los que se detectaron casos de coronavirus, a quienes “la falta de capacidad y de condiciones para albergar a estas personas, junto a la discriminación y la estigmatización a las que se enfrentan por su condición de migrantes, aumenta su vulnerabilidad», explicó la ACH.
Además, se espera que el coronavirus afecte a la migración guatemalteca, dado que la economía del país tiene en las remesas su principal fuente de ingreso, por lo que se prevé una contracción por el nivel de desempleo en Estados Unidos.