Lo que siempre fue una brecha promedio de 25 o 30%, dependiendo el año de fabricación, hoy ya no es tal debido a la fabricación de nuevos detenida
El mercado automotor llegó al 2020 luego de pasar el peor año de la última década y con la llegada de la pandemia, lo que parecía un año de repunte, se vio muy afectado. La falta de producción puso en jaque el precio de los rodados y una de las anomalías que se puede ver es la estrecha diferencia entre autos usados y 0 km. La escasez de modelos nuevos, debido a la nula importación y al cierre durante 60 días de fábricas nacionales, llevó a que vehículos que ya cuentan con cierto kilometraje y pocos años de antigüedad tengan el mismo valor que uno sacado de fábrica, especialmente en la media y alta gama.
Lo que siempre fue una brecha promedio de 25 o 30%, dependiendo el año de fabricación, hoy ya no es tal. Hubo años que esa cifra fue mayor, lejos quedaros esos días. Alejandro Lamas, secretario de la Cámara del Comercio Automotor (CCA) aseguró que «existen muchos modelos que están faltando en el mercado por distintos motivos lo que implica que se tenga que esperar su entrega cuatro meses o más. Eso hace que se altere la relación de precios y los usados ‘jóvenes’ son muy codiciados y llegan a alcanzar valores similares al del 0 km que no se consiguen. Esto se profundizará cuando la apertura del sector sea mayor tras la cuarentena. Esta una tendencia que se está viendo en las últimas semanas».
Esta particularidad tiene características inusuales por el contexto inédito. Las trabas para importar hacen que las fábricas no puedan retomar el ritmo de producción, sumado a la brecha cambiaria récord, concesionarias casi cerradas y el futuro que marca una crisis económica de gran gravedad motivada por una inflación reprimida y una incertidumbre a las futuras políticas. “Nadie puede saber lo que puede suceder los próximos meses” recalcó Lamas a Ámbito Financiero.
Ante tantas variables, son pocos los que se animan a esperar un 0 km que no se sabe cuándo puede llegar ni a qué precio. pero si se tiene en cuenta que el beneficio de la brecha cambiaria no va a ser eterno.
En este marco, se espera que la pandemia golpee fuertemente en la economía de mucha gente y el poder adquisitivo se vea desplomado. Este análisis vale también para las gamas más accesibles.
Será una aventura costear un auto nuevo, mantenerlo, pagar patente y seguro. Un auto que ya pisó la calle y es relativamente nuevo se convierte en un atractivo. El desafío está en quién se desprenderá de este tipo de vehículo. Un auto vale lo que alguien esté dispuesto a pagarlo y, en estos días, hay muchos interesados en hacerlo antes que esperar” concluyó el directivo de la CCA.
La lista de modelos que muestran desabastecimiento es larga pero algunos de los principales representantes son los Toyota Hilux, SW4 y RAV 4; los Volkswagen Golf, Vento, Amarok y Tiguan; los Ford Ranger o Kuga, el Honda Civic, la Clase B de Mercedes-Benz y toda la gama de BMW.