Ciudad
Informes CLG

Por la pandemia, decidió armar un merendero para chicos del barrio Azcuénaga


Claudia es madre de seis hijos y por la necesidad que emergió durante la pandemia, se puso al frente de un espacio que recibe todas las semanas a más de 60 chicos. Cómo colaborar

Por Diego Carballido

Claudia Gonzáles es una vecina de la zona de Pasco y la vía que, frente al incremento de las necesidades entre sus vecinos en tiempos de pandemia, decidió poner en funcionamiento un merendero. Algo que ella destacó como «la primera vez en su vida» que le toca estar al frente de un espacio donde ayuda a más de 60 chicos de barrio Azcuénaga.  

«Este año me sumé a una organización, en enero, donde me proporcionaban lo necesario para armar una copa de leche, porque en el barrio no estaba la posibilidad de que los chicos fueran a un lugar a merendar», comenzó su relato Claudia en diálogo con CLG.

«Después vino la pandemia y desde abril se empezó a complicar la recepción de las donaciones», continuó explicando la mujer, que en ese momento se propuso el desafío de llevarlo adelante con recursos propios y la ayuda de conocidos, ya que «nunca antes había estado al frente de un merendero».

Esta vecina de barrio Azcuénaga habló con sus conocidos, y poco a poco comenzó a recibir lo necesario para preparar la leche a los chicos del barrio. «Empecé a hacer folletos y todo tipo de cosas para tratar de conseguir donaciones para contar con lo necesario», detalló Gonzáles.

«Ahora, lo estoy llevando adelante con la ayuda de mis hijos y conocidos», contó la referente y aclaró: «El Banco de Alimentos nos ayuda con algo de comida y el resto lo conseguimos con donaciones».

Claudia detalló que están «haciendo la leche tres veces por semana», y respecto a la concurrencia, explicó: «Al principio, se acercó una gran cantidad de personas al merendero, pero últimamente vienen un poco menos porque algunas personas han podido salir a trabajar».

«Tengo 60 chicos a lo que se les reparte la leche, pero siempre vienen algunos más», dijo Gonzáles y aseguró: «Las madres del barrio me ayudan mucho y me dan mucha fuerza para seguir adelante».

«No hacemos diferencia de edad, el que viene se lleva lo que hay. Incluso mucha ropa que nos han donado y ya la repartimos», agregó.

«Estoy en la pelea constante por conseguir donaciones, pero me siento muy bien. Porque cuando uno hace algo por el otro, es la felicidad más grande que te puede pasar en la vida«, aseguró la referente del merendero ubicado en barrio Azcuénaga.

Para ayudar a este espacio solidario es necesario comunicarse al 341-2706321