Economía

Por la crisis muchos ejecutivos de empresas quieren irse a otros países


Los cazatalentos reciben cada vez más consultas de empresarios que desean abandonar el país. Aseguran que la demanda es similar a la de 2001

A medida que se extiende la cuarentena por la pandemia del coronavirus y se profundiza la crisis económica, crecen los pedidos a los headhunters por parte de profesionales que ya decidieron continuar sus carreras en el exterior. Según los cazatalentos, las consultas aumentaron, por lo menos, un 50% en comparación con los días previos a la cuarentena. Es decir, los empresarios están deseosos de dejar el país y emigrar a territorios donde el aislamiento no sea tan severo.

«En el último tiempo, se manifestó fuertemente esta intención. El 50% de quienes buscan un cambio laboral contemplan dejar la Argentina. Hasta hace poco, la cifra era bastante menor. Si el proyecto y el destino son seductores, no lo dudan», señala Pablo Taussig, socio y consultor de Spencer Stuar Argentina, en diálogo con Agustina Devincenzi para El Cronista.

Edgar Medinaceli, director de Russell Reynolds, explica que ejecutivos que, antes, ni pensaban en explorar oportunidades en el exterior, ahora, sí lo consideran. «En las últimas semanas, notamos un interés mayor comparado a antes del confinamiento. El cansancio del país y la falta de perspectivas de corto-mediano plazo propician la salida. Se dan cuenta de que es muy difícil hacer carrera acá», afirma. Agrega que argentinos que retornaron al país entre 2016 y 2017 quieren irse de nuevo.

«La cuarentena tan prolongada, la erosión inflacionaria y la comparación del valor del salario en dólares hacen que las plazas del extranjero se vuelvan más atractivas, sumado a la incertidumbre que reina en el plano macroeconómico local. En las últimas nuestras oficinas con sede en Colombia, Perú, Chile y Brasil registraron subas de alrededor del 50% de las postulaciones de ejecutivos que trabajan en la Argentina y desean expatriarse», dice Mauro L’Estrange, managing partner de Grupo DNA-High Flow.

Cristina Bomchil, fundadora y directora Ejecutiva de Valuar, sostiene que, desde que se inició el aislamiento, recibe, como nunca antes, una innumerable cantidad de solicitudes y anticipa más pedidos en los próximos meses, que podrían hasta triplicar el número actual. «Ni en 2001, que fue un año duro, tuve tantas consultas. En ese entonces, la recuperación fue relativamente rápida. Hoy, las perspectivas son inciertas», analiza.

«La situación del país ya era delicada antes. Pero, con la llegada del coronavirus, se agravó el escenario. La economía está muy golpeada y el mercado laboral calificado se redujo considerablemente. Donde más se ve esta necesidad es entre los jóvenes, aunque también está entre los adultos. Muchos me dicen que están dispuestos a dejarlo todo, con tal de irse a otro país», confiesa.

Ana Renedo, socia de MR Partners, ratifica la tendencia: explica que la cantidad de postulaciones creció en las semanas últimas y la proyección indica que seguirá en aumento. «Hay una mayor disposición a dejar el país comparado a 2001. Pero, todavía, no vemos que sea a cualquier costo. La elección del destino sigue siendo cuidadosa», considera.

Los candidatos que piden la expatriación aspiran a una mayor capacidad de ahorro y a un estilo de vida mejor que el que tienen en la Argentina. «No enfrentan dificultades económicas porque cobran buenos sueldos. No obstante, su poder adquisitivo se deteriora cada vez más y proyectan un bienestar mayor fuera del país», comenta Renedo.

La tendencia no es nueva. Los headhunters especializados en executive search dan cuenta de que el fenómeno se observa desde, hace al menos, un año. En 2019, alentados por la devaluación y la caída de poder adquisitivo, profesionales de mandos medios y altos de distintas multinacionales pidieron el pase a otras filiales o, directamente, se animaron a probar suerte por fuera de las organizaciones en las que se desempeñaban. Luego del resultado electoral de octubre, hubo una mayor demanda, con incrementos de hasta el 20% en los pedidos.

Pese a que las fronteras están cerradas actualmente, los ejecutivos saben que el proceso puede demorar, como mínimo, seis meses, entre que se analiza la solicitud, se obtiene la aprobación y se realiza la mudanza. De esta manera, muchos aprovechan el aislamiento para acelerar la gestión y hacer consultas y trámites de forma remota y así ganar tiempo.

A diferencia de hace unos meses, América latina ofrece más oportunidades hoy. Si bien siempre existió interés por mercados como los Estados Unidos, Canadá y Europa, la región resulta más atractiva, con Uruguay y Chile como los sitios más aptos para acoger a los expatriados. «Junto con Colombia y Brasil, son los destinos más demandados», asegura Medinaceli.

«Hay una preferencia por los países limítrofes porque pesa la cercanía con los vínculos familiares y la comodidad para trasladarse», cuenta Renedo. Bomchil coincide y acota que el talento argentino es valorado en Uruguay y Chile, países que se presentan, según ella, como una alternativa superadora, dada la idiosincrasia, la afinidad cultural y el mismo lenguaje. «Ambos tienen mercados laborales pequeños, pero más abiertos. Radicarse en los Estados Unidos o Europa es más complicado. Aprecian nuestra formación y capacidad de liderazgo, pero suelen imponer más barreras», expresa la titular de Valuar.

En cuanto a los perfiles que más se postulan, se encuentran gerentes y directores con experiencia en las industrias más afectadas, aunque también hay inquietud por parte de trabajadores de rubros cuyas actividades crecieron en el último tiempo. «Predominan los de sectores vinculados al consumo masivo y la tecnología. Son las posiciones más buscadas en la región y buscan llevar su know-how a otras ciudades», concluye L’Estrange.