Carlos Mellano, presidente de la Asociación Hotelero Gastronómica y Afines de Rosario, afirmó: "El principal problema es que no pudimos trasladar ese aumento a los precios porque la gente no recuperó su poder adquisitivo”
El consumo en bares y restaurantes de Rosario sigue sin repuntar. Según datos del sector, la caída interanual promedia un preocupante 30%, y las expectativas no son alentadoras: el invierno, tradicionalmente una temporada baja, podría agravar la ya delicada situación económica que atraviesan los cerca de 1.500 locales gastronómicos de la ciudad.
Carlos Mellano, presidente de la Asociación Hotelero Gastronómica y Afines de Rosario, expresó en el programa Cada Día (El Tres) que “la crisis es complicada en la economía real”, aunque descartó por el momento “cierres masivos”, y habló más bien de una rotación de titulares, una característica habitual en este rubro.
“La situación la venimos describiendo desde que asumió este Gobierno. Hubo una fuerte devaluación del peso —en torno al 54% frente al dólar— y un reacomodamiento de los precios que nos afectó directamente”, explicó Mellano. Según el dirigente, el principal problema es que “no pudimos trasladar ese aumento a los precios porque la gente no recuperó su poder adquisitivo”.
A pesar de que la inflación se desaceleró, lo que es positivo para el sector en términos de previsibilidad, la retracción del consumo persiste. “El enfriamiento de la economía afecta directamente a nuestra actividad. La baja del consumo es estructural, no solo un fenómeno de Rosario”, subrayó Mellano.
El presidente de la Asociación remarcó que la actividad gastronómica, vinculada al ocio, está entre las más golpeadas. “Un almuerzo con entrada, plato principal, postre y un vino estándar se vuelve muy costoso comparado con lo que gana la gente”, detalló. Solo el segmento ABC1, con mayor poder adquisitivo, logra mantener un consumo sostenido, mientras que la mayoría de los emprendimientos pelean por subsistir.
En ese sentido, Mellano planteó la necesidad de alivios fiscales: “Si bajaran los impuestos, sería un alivio importante para la actividad”.
Aunque desde el Gobierno nacional se insiste en una recuperación de la actividad económica, el panorama que describe el sector gastronómico no coincide. “Esa mejora no se constata en la realidad que palpamos”, dijo el dirigente, quien agregó que los próximos meses serán especialmente difíciles por la llegada del invierno.
“Lamentablemente, algunos cierres ya ocurrieron porque la ecuación no da. Las crisis en Argentina siempre tienen matices distintos. Hoy vivimos una crisis compleja, con un 40% de pobreza, y eso no puede pasar desapercibido”, concluyó Mellano.