¿Qué se necesita? Voluntad política para garantizar el acceso a los tratamientos y a la prevención combinada, a la educación sexual integral y a la información sobre derechos sexuales y reproductivos. Porque sólo es posible terminar con el VIH/sida como amenaza para la salud pública en 2030, como se plantearon los estados, si se respetan los derechos sexuales y reproductivos de los jóvenes, incluida la educación sexual integral. Este foro internacional que se reúne en la Argentina se propone «dialogar y construir consenso para impulsar políticas públicas que resuelvan los desafíos que enfrenta la humanidad». Frente a este reto de pensar que es posible un mundo más igualitario y sostenible, es imprescindible que niñas, niños y adolescentes sean prioridad: asegurarles información sobre su salud y sus derechos sexuales y reproductivos es fundamental para terminar con la epidemia del VIH/sida. En los últimos nueve años, el G20 no incluyó el VIH en ninguno de sus documentos oficiales. Recién aparece mencionado en el documento firmado por los ministros de Salud en Mar del Plata, en 2018, y de manera completamente declarativa. Sin embargo, en varios de los países miembros existen restricciones de ingreso, estadía o residencia para personas con VIH, se criminalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, se criminaliza la exposición o transmisión del VIH, y sólo 4 de cada 10 personas acceden al tratamiento antirretroviral. Otra vez: la solución está en poder de quienes definen las políticas públicas globales. Es necesario que los representantes de los principales países del mundo se comprometan en atender a estos grupos más vulnerables. Mientras el G20 realiza su cumbre, 4.931 personas adquirirán VIH en el mundo, entre ellas, 493 niñas y niños y 2.575 personas morirán a causa del sida. Esta semana, 7.000 mujeres de entre 15 y 24 años se habrán infectado. Desde el comienzo de la epidemia, 35,4 millones de personas murieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida. Es mucho lo que se avanzó en estos años y puede ser muy poco lo que falta. Necesitamos que los líderes del mundo dejen de seguir mirando para otro lado cuando está en sus manos bajar drásticamente las nuevas infecciones y las muertes evitables. Pongamos el VIH en la agenda. (*) Director Ejecutivo de Fundación Huésped.]]>
Opinión
1 de diciembre: "Día Mundial del Sida"