El  homenaje a Martín Miguel de Güemes a 200 años de su muerte no fue solo festejos, sino que estuvo atravesado por la pandemia y la política. No solo por la visita del presidente de la Nación, Alberto Fernández, sino por lo sucedido en la organización del acto que permitió sin protocolo la presencia de militantes y derivó en la renuncia de un funcionario provincial.

Se trata de  Francisco Aguilar, titular del Comité Operativo de Emergencias (COE), quien estaba a cargo de la estrategia contra la pandemia de la provincia, quien repudió la “politización” del homenaje y presentó su renuncia ante el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz. Aguilar cuestionó que “por motivaciones políticas” se dejara ingresar mucha gente al acto, rompiendo protocolos.

Por una cuestión de protocolo se les impidió a los gauchos hacer la clásica e histórica vigilia, sin embargo a lo largo de la mañana el escenario donde el presidente Fernández encabezaría el acto se completó de militantes que con banderas recibieron al Jefe de Estado.

«Vinimos a caballo desde distintas partes del país para el homenaje y no nos permiten entrar», era la queja unísona de los gauchos ante la presencia de cientos de manifestantes peronistas que pudieron ingresar al predio del homenaje.

Por la tarde, los gauchos organizaron un ponchazo y pudieron hacer el festejo sin el tono político que tuvo al mediodía.

“Con gran tristeza, desde el COE tuvimos que restringir el desfile y la afluencia de público para rendir homenaje al General Güemes con la convicción de que una concurrencia numerosa podría afectar la hoy delicada situación sanitaria de nuestra provincia”, explicó Aguilar.

El profesional destacó: “No obstante debido a motivaciones políticas que no comparto y desconocía, se autorizó el ingreso de simpatizantes del señor Presidente de la Nación en una actitud que constituyó una afrenta a los salteños y al esfuerzo que la sociedad viene realizando para combatir esta pandemia”, advirtió.

El médico reconoció que –a último momento- se impusieron restricciones a los gauchos, como la suspensión de tradicionales fogones que previamente habían sido consensuados.

De esta forma, Aguilar –”sin esperar ninguna contraprestación más que la satisfacción de haber seguido” con su vocación-puso a disposición del gobernador Sáenz la renuncia al cargo que, según afirma, lo honró.