Espectáculos

Pompeyo Audivert: «El teatro es excitante porque lleva a autoconocerse a gran escala»


El actor presta su cuerpo a los siete personajes de la obra que presentará en la ciudad este fin de semana largo, y además brindará un seminario para actores

Por Mario Luzuriaga

El prestigioso actor Pompeyo Audivert interpreta una secuencia de personajes de «Macbeth», la tragedia de William Shakespeare; que llegará a Rosario este jueves y viernes a las 21 en el teatro La Comedia.

En «Habitación Macbeth», el actor parece ser poseído por estos magníficos personajes que lo resucitan y lo obligan a actuar.

Antes de su llegada, Pompeyo Audivert dialogó con CLG acerca de este nuevo reto interpretativo que se pone.

—¿Cómo se prepara para ejercer los roles de actor y director en su llegada a Rosario?

—Es un doble rol que siempre practico, porque siempre que vamos con obras a otros lugares llevo el seminario. Tengo una técnica que estoy construyendo hace años en un espacio aquí en Buenos Aires y lo que siempre propongo son dos encuentros con actores. Es algo a lo que me he acostumbrado y veo que en Rosario tiene una movida teatral muy potente y los estudiantes de teatro son valiosas y curiosas.

—Hablando de transformaciones, la vivimos todos, y es la pandemia ¿Eso le permitió crear «Habitación Macbeth»?

—Esta es una vieja fantasía que traía desde joven, que era que un actor pudiera interpretar a todos los personajes de una obra y su secuencia. Siempre pensé en «Macbeth» porque es una obra con un ritmo y circunstancias muy potentes. Nunca me animaba porque es muy riesgoso y puede salir mal, uno a esta altura de la vida no quiere correr esos riesgos; e ir por cosas más familiares. Justo vino la pandemia y me quedé encerrado en mi casita de Mar del Sur, vi que iba para rato y empecé a dar riendas sueltas a ese sueño. Hacía largas caminatas por la playa pensando en la adaptación y fue muy lindo ese proceso.

—Podemos decir que tuvo mucha inspiración.

—Fue muy inspirador porque iba caminando y cambiaba los personajes, si alguien me cruzaba y me veía pensaban que estaba loco (risas), pero me servía mucho formar la voz y el cuerpo. Realmente la obra sobrevive a este formato y aparece esas cosas que tiene, como lo sobrenatural, con la posición y con los personajes que se dan vuelta y pasan a ser todo lo contrario.

—¿Qué es lo que más le apasiona de hacer teatro?

—Me gustó porque di de casualidad con el teatro, ya que unos amigos estudiaban durante la época de la dictadura, y que siempre la policía nos llevaba para averiguación de antecedentes. Fuimos a estudiar, ellos dejaron y yo seguí toda la vida. Es una disciplina donde uno puede conocerse a otra escala, es algo sobrenatural, es suspender el yo e interpretar a otro, es excitante.