Los ataques se produjeron entre las 18 y las 19 de este viernes
La violencia volvió a sacudir a Rosario este viernes por la tarde, cuando se registraron dos ataques intimidatorios en diferentes puntos de la ciudad. El primero ocurrió frente a una pollería en barrio Las Heras, mientras que el segundo tuvo lugar en una distribuidora en barrio Larrea. Ambos episodios incluyeron amenazas y disparos que, afortunadamente, no dejaron víctimas.
El primer incidente se produjo en Buenos Aires al 4000, alrededor de las 18. Según fuentes policiales, dos hombres que se desplazaban en un automóvil rojo efectuaron dos disparos contra una pollería. Uno de los proyectiles impactó en el comercio, que estaba abierto pero con pocos ocupantes.
Antes de disparar, uno de los agresores descendió del vehículo y dejó en un inmueble contiguo una nota amenazante acompañada por una bala. La empleada del local, que estaba atendiendo en ese momento, no resultó herida.
El dueño del comercio relató lo sucedido a un medio local: “Se bajaron de un auto rojo, dejaron una nota con una vaina, dispararon y escaparon hacia Laprida. Mi señora los vio. Fue entre las seis y seis y cuarto, y todo el barrio los presenció porque había mucha gente afuera”. El comerciante agregó que la cuadra cuenta con varias cámaras de seguridad que podrían haber captado el ataque.
Agentes de la Policía de Investigaciones (PDI) trabajaron en la escena para relevar pruebas y recoger testimonios.
El segundo episodio tuvo lugar cerca de las 18.30 en una distribuidora de Provincias Unidas al 500 bis, en barrio Larrea. Según la denuncia de una mujer al 911, dos hombres pasaron en el mismo automóvil rojo mencionado en el primer hecho, portando armas de fuego. Uno de ellos bajó del vehículo, dejó una nota intimidatoria y huyó junto a su cómplice.
De acuerdo con el testimonio de la denunciante, uno de los agresores vestía una remera gris y estaba encapuchado, mientras que el otro llevaba una remera blanca y una bermuda clara o roja.
Ambos ataques ocurrieron en un lapso breve y comparten similitudes como el uso del auto rojo y la metodología de las amenazas. Las autoridades trabajan en la recopilación de evidencia, incluyendo registros de cámaras de seguridad y testimonios de testigos, para dar con los responsables.