El poliestireno es uno de los elementos que está diezmando a la fauna marina, contaminando los mares y océanos del planeta tierra.
Este material de embalaje de plástico que se usa de forma masiva en todo el mundo para artículos alimenticios, electrónicos, muebles o electrodomésticos se destaca por sus propiedades aislantes y protectoras. Sin embargo, una vez que fueron pueden producir graves problemas en el medio ambiente.
En su procesamiento se usan materiales muy tóxicos y como no se degrada naturalmente, hay que quemarlo, lo que libera contaminantes a la atmósfera.
Otro de los grandes problemas están relacionados a su fácil manera de transportarse lo que puede contribuir a la contaminación del agua y al romperse puede ser consumido por los animales marinos, lo que les causa asfixia y obstrucción intestinal.
Afortunadamente, surgen nuevas alternativas ecológicas con excelentes propiedades para poder cuidar el medioambiente. Un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Washington logró crear un material de base vegetal compuesto en un 75% de nanocristales de celulosa procedentes de la pulpa de madera.
Este proceso de producción no requiere el uso de disolventes dañinos porque se utiliza el agua como sustituto. Pero, si bien es menos contaminante, implica grandes desafíos porque cuando el agua se evapora de un material poroso, se generan tensiones capilares inducidas por la presión de deformación de los poros, lo que causa deformaciones, colapso o agrietamiento.
Para evitar estos problemas, los científicos han desarrollado técnicas de secado para mantener la estructura del material, al cual se le añade alcohol polivinilico, un polímero que une los cristales de nanocelulosa y permite que las espumas resultantes sean más elásticas. De esta manera, mantiene una estructura celular uniforme y tiene excelentes resultados como aislante.
La nanocelulosa tiene un alto potencial como material de aislamiento térmico con alto rendimiento. Pero además pueede contribuir al ahorro de energía y disminuir el uso de materiales a base de aceite.
Existen otros sustitutos naturales a los materiales sintéticos, como las lanas vegetales y productos de cáñamo, conocidos como Ultralight Metallic Microlattices. Estos últimos son utilizados en la construcción de aviones.
Con información de EcoInventos