El presidente de la ´T´ remarcó que el juez inició el altercado
El presidente de Talleres de Córdoba, Andrés Fassi, contó su versión de los rumores que aseguran un altercado con el árbitro Andrés Merlos tras la eliminación en la Copa Argentina ante Boca y el mandatario afirmó que el juez le metió una trompada.
La derrota en penales de la ´T´ ante el ´Xeneize´ en Mendoza por los octavos de final de la competición federal, la polémica se instaló cuando el árbitro Merlos declaró que el presidente de Talleres de Córdoba habría ingresado a su vestuario con dos custodios, uno de los cuales contaba con un arma de fuego. Además, el juez principal aseguró haber invitado al dirigente del club cordobés a su vestuario para conversar sobre lo sucedido pero recibió insultos y amenazas de muerte y, por ello, denunciará a Fassi ante la Justicia.
Ante estas graves acusaciones, el presidente de Talleres de Córdoba salió a dar su versión de los hechos: «Los abanderados lo intentaron contener hasta que lo metieron al vestuario. Quedé afuera hasta que volvió a salir de su vestuario como loco y me metió una trompada. Sus colegas lo agarraron de nuevo y lo volvieron a meter. Allí, el vicepresidente, Gustavo Gatti, en la puerta le dice: ‘Cómo le vas a pegar al presidente’. Y se acerca pegándole una patada y tirándolo al suelo, de locos».
«La sanción de AFA debe ser ejemplificadora. Vergüenza e impunidad total, hacen lo que quieren. Imagínense si un jugador empuja a un árbitro, le dan un año de suspensión. Esto es gravísimo y tiene que tener consecuencias. Yo llegué al estadio con una Van, mi esposa y tres matrimonios más. No tengo ni tendré nunca custodia. Mentira total. Y ahora quiero ver qué opinará la policía de Mendoza con semejante mentira. Revisaron a toda la delegación para desenmascarar esta mentira» agregó Fassi.
Además, el mandatario del club cordobés sostuvo que el árbitro inició el conflicto: “Él declaró que entraron al vestuario armados. No entramos al vestuario y nadie estaba armado. Dos mentiras de no creer, ahora que lo demuestre. Solo le dije: ‘Hasta cuándo vas a perjudicar a T, por qué lo haces’. Esto fue fuera del vestuario en una zona mixta porque yo llegaba del palco hacia el vestuario. Él me increpó y me dijo: ‘¿Querés hablar? Vení, vamos solos al vestuario’ y se puso como loco a gritarme».