El gobierno nacional ordenó el derribo del monumento al escritor y periodista Osvaldo Bayer, ubicado en el ingreso a la ciudad de Río Gallegos, Santa Cruz. La medida, que generó un fuerte repudio, se llevó a cabo a menos de 24 horas del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, sobre un sitio que homenajeaba la lucha por los derechos humanos y recordaba la represión policial en la Patagonia.
El monumento, inaugurado el 24 de marzo de 2023, rendía tributo a Bayer, autor del libro «La Patagonia Rebelde», donde relató la brutal represión sufrida por los trabajadores rurales de Santa Cruz entre 1921 y 1922.
Desde Vialidad Nacional, el organismo que ejecutó la demolición, argumentaron que la estructura «entorpecía la visual y complicaba el drenaje del agua», aunque no está previsto reubicarlo en otro sitio. Sin embargo, el contexto de la medida generó sospechas sobre una intención política detrás de la decisión, que fue enmarcada dentro del proceso de “memoria completa” impulsado por el oficialismo.
El gobierno de Santa Cruz aseguró desconocer la medida y se desligó de la decisión tomada por el Ejecutivo nacional.
El legado de Bayer, un símbolo de la lucha por los derechos humanos
Osvaldo Bayer, nacido en Santa Fe en 1927, fue un historiador, periodista y escritor que dedicó su vida a la denuncia de la violencia estatal y la reivindicación de las luchas obreras. Su libro «La Patagonia Rebelde», llevado al cine en la década de 1970, expuso la masacre de trabajadores en Santa Cruz, un relato que le valió persecución y amenazas por parte de la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A) durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón.

En 1975, debió exiliarse en Alemania, desde donde continuó denunciando los crímenes de la última dictadura militar argentina. Tras el regreso de la democracia, siguió con su obra y escribió títulos como «Ventana a Plaza de Mayo» y «Rebeldía y esperanza», donde abordó la violencia política en el país.
Bayer y su amor por Rosario Central
Más allá de su faceta como escritor e historiador, Bayer fue un apasionado hincha de Rosario Central. En 2011, el club bautizó con su nombre a su biblioteca, donde su retrato comparte espacio con figuras emblemáticas como el Che Guevara, Roberto Fontanarrosa y Alberto Olmedo.
«Que la biblioteca del club del equipo del que soy hincha tenga mi nombre es como tocar el cielo con las manos», había expresado con emoción en el homenaje.

El 24 de diciembre de 2018, día de su fallecimiento, Rosario Central lo despidió con un emotivo mensaje en el que destacó su «lucidez y coherencia», asegurando que su legado seguiría vivo en la historia del club y del país.
Un vacío simbólico en la memoria colectiva
Tras el derribo del monumento, en el ingreso a Río Gallegos solo quedó el esqueleto de lo que fue un homenaje al historiador. La decisión de remover la estructura en pleno marzo y sin aviso previo, reaviva el debate sobre la política de memoria en Argentina y el lugar que ocupan figuras como Bayer en la historia del país.