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Pilar

Polémica decisión de colegio católico de prohibir las polleras


Un colegio católico de la localidad bonaerense de Pilar decidió cambiar el uniforme de las alumnas reemplazando la pollera por un pantalón, con el argumento de que existen reiterados incumplimientos del reglamento, decisión que generó polémica, ya que previamente algunas adolescentes que concurren a la institución dijeron que los preceptores les medían el largo de la falda con una regla. 

El representante legal de la institución, Mariano García, explicó hoy a Télam que «lo que ocurrió fue que se comunicó que a partir del año próximo se realizará un cambio del uniforme en las alumnas». 

«Es simple, incluso va a ser más sencillo porque es un pantalón jogging con una chomba bordada con el escudo y con la campera de jogging. Igual que los varones, va a ser un uniforme unisex», precisó García.  

Sobre la decisión que adoptó el colegio, el representante legal señaló que se llegó a esa determinación «luego de años de incumplimientos en el reglamento», que indica que la pollera debe estar a unos 2 centímetros por arriba de la rodilla y tras una serie de intervenciones que se realizaron con los alumnos para que «tomaran conciencia y cumplieran las normas». 

Se trata del colegio San José, ubicado en la calle 3 de Febrero, entre Miguel Cané y José Mármol, en Pilar, que tiene jardín, primaria, secundaria y una capilla en ese barrio desde hace 25 años. 

La polémica se generó cuando un grupo de alumnas denunció al medio local Pilar a Diario que tiempo atrás, y sin que mediara aviso previo al respecto, los preceptores las recibieron en la puerta con un centímetro en la mano para medir el largo de la pollera. 

«Lo vemos muy mal porque nadie debería tener contacto físico con nosotras que somos alumnas y mucho menos midiéndonos la pollera. Lo hacen, además, en contra de nuestra voluntad», dijo una de las alumnas al medio local.  

Sobre este punto, García fue categórico: «No recibimos ninguna denuncia por parte de padres sobre la situación expuesta, aun así lo vamos a investigar. Nos parece que siempre es importante escuchar, si hay algo que no corresponde». 

García también comentó a Télam que además del cumplimiento del reglamento, lo que se quiere con la modificación del uniforme es contemplar los valores que buscan los padres cuando inscriben a sus hijos en un colegio católico y el planteo de algunos en busca de ayuda de las autoridades para colaborar en la respuesta de sus hijos. 

«Nosotros firmamos un contrato. Me parece que no hay protesta válida. Protestemos por otra cosa, no porque quieren hacer cumplir el reglamento. Me parece que ese no es el mensaje que le tenemos que dar a los chicos», dijo Andrea, mamá de una alumna y ex docente, en declaraciones televisivas.  

Para la mujer, «en el colegio ni los directivos ni los profesores ni nadie dijo que las alumnas provocaban. Ese comentario surgió de un grupo de mamás». 

Sin embargo, hay otros padres que se oponen a la medida, como el caso de Mariela González que escribió en Facebook: «Cómo mamá del colegio me parece que es un pensamiento totalmente retrógrado».