Esta semana tuvo lugar una reunión entre ediles y trabajadores de la venta ambulante, a raíz de una iniciativa para que éstos no puedan vender ropa, juguetes, comida ni bijouterie en la vía pública en la zona centro
Un proyecto impulsado en el Concejo Municipal generó un fuerte debate y polémica. Es una iniciativa que busca restringir la actividad de los vendedores ambulantes en la zona centro de Rosario, prohibiéndoles comercializar productos del rubro textil, bijoux, juguetería y golosinas, entre otros.
Frente a esto, tres representantes del sector (Daniel Díaz, Mariana Pedraza, y Patricia González) mantuvieron una reunión con los concejales de la Comisión de Producción y Promoción del Empleo, para transmitirles su rechazo a la propuesta.
El proyecto presentado por el concejal Agapito Blanco, de Juntos por el Cambio, apunta a derogar el rubro C (textil – comercio con parada determinada y móvil) y el rubro G (comercio ambulante – bijoux, juguetería, azucarados, etc) del artículo 13 de la ordenanza 7703.
El mismo se aplicaría sobre la denominada zona primera, que abarca avenida Pellegrini, bulevar Oroño y el río Paraná.
Por su parte, los vendedores ambulantes expresaron: “De la venta ambulante dependen varias familias de la actividad. Estamos dispuestos a defender nuestros puestos de trabajo. El frentista no nos hecha, nos prestan sus sanitarios, nos brindan agua caliente. Nosotros nunca vamos a dejar la calle, estamos acostumbrados a defender, es nuestra vida”.
De la misma manera, les recordaron a los ediles que por desarrollar su trabajo han sufrido amenazas por parte del sindicato de vendedores ambulantes, teniendo que recurrir a la custodia policial.
“La aprobación de este proyecto –en discusión- implicaría afectar derechos adquiridos por parte de aquellos comerciantes debidamente habilitados que ejercen su actividad comercial dentro de los rubros afectados, lo que generarla una gran cantidad de impugnaciones en sede judicial”, señalaron en la nota con la que solicitaron la audiencia.
Uno de los concejales que tomó la palabra en la reunión y se mostró en la misma postura fue Julián Ferrero, quien dijo que “sería de una absoluta irresponsabilidad” y “una cobardía” que el proyecto prospere.
“Sería de una absoluta irresponsabilidad del Concejo estar aprobando algo en contra del trabajo de un grupo grande de rosarinos, un disparate. Es una cobardía agarrársela con un sector que la está pasando mal, es una cobardía que sigamos con ese mito que los comerciantes no venden porque existe un vendedor ambulante en la puerta. No será que no venden porque existe un gobierno nacional antipopular, una planificación que apunta a congelar la producción”, dijo.
Por su parte, Hernán Calatayud también se mostró abierto al diálogo al señalar: “Hoy tienen que trabajar tranquilos. Sí tiene que estar ordenado, sin perjuicio para nadie, no va a haber grandes cambios. Se apunta a un orden y que no haya perjuicio”.
Finalmente, el edil Mariano Roca mostró disidencias con la postura de los vendedores, pero al mismo tiempo reconoció: “Ustedes sí son trabajadores y han enfrentado a las mafias de la calle, y eso se lo reconocemos”.
Además de los mencionados, también estuvieron presentes Federico Lifschitz, Alicia Pino y Sabrina Prence.