El río Paraná está en 1,97 metro en Rosario, quedando a 44 centímetros del récord histórico de 2009, cuando se midió 1,53 metro. CLG recorrió la zona de La Florida
Barro, barcos encallados y peces muertos: ese es el panorama desolador que deja a la vista la bajante del Paraná. Las aguas del río quedaron a menos de 50 centímetros del récord histórico y esto afecta profundamente a la actividad de la región, principalmente a los puertos, guarderías y pescadores.
En la última medición, el río Paraná estaba en 1,97 metro a la altura de Rosario, quedando a 44 centímetros del récord histórico de 2009, cuando se midió 1,53 metro. Incluso, durante el martes, se registró una alarmante altura de 1,79 metro. Ese valor se ubica bastante por debajo del promedio histórico de la altura del río para el mes de agosto, que es de 3,07 metros según las mediciones que se realizan desde 1994.
En la cuenca del Paraná casi no se ven embarcaciones particulares ya que no pueden ser sacadas de las guarderías por la falta de caudal. Sólo se ven los grandes barcos cerealeros, los cuales no están exentos de los problemas. Desde la Prefectura Naval señalaron que «los buques no pueden cargar la totalidad de lo que tenían previsto en sus contratos comerciales».
Advirtieron a los medios que «la altura mínima de agua para poder despachar los barcos depende de cada embarcación y está determinada por cuestiones de seguridad. Cuanta mayor carga, mayor hundimiento del casco se produce, lo que llamamos mayor calado. Hoy estamos por debajo del mínimo recomendado para muchas embarcaciones con carga total, por lo que están zarpando con cantidades menores a su capacidad».
CLG recorrió las zonas afectadas por la bajante en la costa alta de la ciudad y dialogó con Marcelo, un pescador de la zona, quien mostró una profunda preocupación por su actividad: «No está saliendo nada, estamos agarrando dos o tres pescados por lancha. No podemos entrar a las lagunas porque están secas».
«La última vez que vimos algo así fue en la bajante de hace cuatro años. Esto es crisis, los barcos de Victoria no pueden entrar para comprarnos el pescado», agregó. En los últimos días el río subió algunos centímetros, pero todavía está en una altura preocupante.
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