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Playas paradisíacas y escondidas en la Patagonia


Si buscas un destino para tus próximas vacaciones, estas tres hermosas costas se presentan como lugares ideales

En nuestro país hay numerosos lugares por conocer y realizar escapadas. Como lo son las playas en la Patagonia, a pesar de carecer de las típicas palmeras, se consideran un espectáculo visual.

Estos lugares son comparables al Caribe, ya que presentan arenas blancas bañadas por las azules aguas del mar argentino. Este entorno se encuentra en su máximo esplendor gracias a su baja actividad humana y la ausencia de contaminación.

Si buscas un destino para tus próximas vacaciones, estas tres hermosas costas se presentan como lugares ideales. En ellas, podrás disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza regional y sumergirte en un silencio envolvente que invita a conectarse con las pequeñas cosas de la vida.

Tres playas de la Patagonia ideales para conocer este verano:

Playa Elola

En el centro-este de la provincia de Chubut, específicamente a 6 kilómetros de la localidad de Camarones y a unas tres horas de la capital, se encuentra la playa Elola. Llegar hasta acá es una experiencia única, ya que se accede por la Ruta Nacional 3, atravesando un trecho que se parece la geografía de otros planetas como Marte.

Esta playa, alejada de servicios hoteleros y gastronómicos, se presenta como un remanso de tranquilidad en la Patagonia. Los balnearios son amplios, y la sensación de paz es absoluta. Entre escolleras naturales, las rocas marrones se entremezclan con pequeños arbustos y la arena de caracoles, creando un paisaje único. La corriente marina en esta área es de baja intensidad, una ventaja para aquellos que visitan la playa con niños pequeños.

A pesar de la falta de servicios, Elola es un destino ideal para la pesca y el pulpeo, así como para la caza de calamares. Además, los visitantes pueden explorar el museo “Casa de Perón”, un monumento que rememora la época de la colonia española de Nueva León, y la reserva provincial Cabo Dos Bahías, hogar de la segunda pingüinera más grande de la Patagonia argentina después de Punta Tombo.

Playa Bahía Creek

Ubicado en el centro-este de la provincia de Río Negro, Bahía Creek, también conocido como “el balneario más pequeño del país”, es un paraíso escondido. A solo una hora de la capital Viedma, y a poco más de 150 kilómetros de Las Grutas, este destino único se destaca por su acceso peculiar. Para llegar, se debe tomar la Ruta Provincial 1, que comunica toda la costa rionegrina.

Bahía Creek se revela como un verdadero tesoro al cruzar un extenso campo de dunas, similar a las postales del desierto del Sahara, que se encuentra frente a las olas del golfo San Matías. Sus playas de arena clara se funden con las aguas turquesas de la península y están rodeadas de altos acantilados, con el telón de fondo de las majestuosas montañas patagónicas.

A diferencia de otros destinos, este balneario cuenta con una decena de casas en alquiler y ofrece la experiencia de Glamping, un tipo de campamento que combina la conexión con la naturaleza con los lujos de un hotel de alta categoría. La posibilidad de hospedarse en este paraíso remoto agrega un toque exclusivo a la experiencia de Bahía Creek.

Playa Magagna

Ubicada a unos 13 kilómetros al sur de la capital Rawson, esta opción “poco conocida” en la provincia de Chubut revela su encanto a pocos minutos de la famosa Península Valdés, reconocida por avistamientos anuales de ballenas y la presencia de animales autóctonos patagónicos.

El acceso a este destino implica recorrer el camino del río Chubut hasta llegar a la pequeña villa Magagna, bautizada en honor a un carpintero italiano que se estableció en el lugar en el siglo pasado. Aunque carece de un casco histórico definido, a lo largo de la costa se encuentran pintorescas casas que miran hacia el vasto océano, separadas por un alto médano de la zona de playa.

Magagna se destaca por ofrecer a sus visitantes una experiencia única, desde la exploración de fósiles marinos hasta la pesca, trekking en la zona de dunas y cabalgatas por la pesca. Además, es un destino propicio para el turismo de aventura, brindando un espacio de tranquilidad, paz y armonía con la naturaleza, considerado un área protegida.