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"Pirotecnia cero"

Pirotecnia y autismo: una problemática que requiere pronta solución


  • Se acercan las fiestas de fin de año y de nuevo se empieza a instalar el tema de la “Piroctenia Cero”, en el mes de setiembre pasado se presentó en la Cámara de Diputados un nuevo proyecto que busca prohibir en todo el país el uso de artefactos piroctécnicos sonoros. El mismo fue elaborado por el diputado justicialista Eduardo Bucca y acompañaron la iniciativa asociaciones que trabajan con el Trastorno de Espectro Autista (TEA), con el Trastorno Generalizado de  Desarrollo (TGD) y también protectoras de animales. 

Es sabido, y ya han pedido en determinadas circunstancias las asociaciones antes mencionadas, que los chicos que padecen esta problemática se asustan mucho con los ruidos y para ellos las fiestas se transforman en algo abrumador en lugar de ser un motivo de alegría y disfrute. En muchos lugares del país distintas municipalidades a través de ordenanzas han prohibido la venta, el uso y por supuesto la fabricación de pirotecnia pero, como contrapuesto a lo que sería correcto, aparecen a quejarse los que comercian con dichos productos sin importarles el padecimiento de las personas y de las mascotas a la hora de los ruidos. Para completar este accionar la Corte Suprema  de Justicia de Buenos Aires declaró inconstitucional la Ordenanza N° 220/15 de la Municipalidad de General Alvarado (Miramar) que la prohibía en esa jurisdicción. La decisión se adoptó tras un proceso judicial iniciado por la Cámara Argentina de Empresas de Fuegos Artificiales (Caefa). 

No se trata de que no se pueda utilizar ningún tipo de fuego artificial sino de preservar y respetar los decibeles de ruidos establecidos y de esta forma evitar el malestar de muchas personas. 

Por ejemplo, en Paraná, como en otras localidades entrerrianas, rige una medida parecida desde 2017. Se debatió, se consensuó de forma correcta con protectoras de animales, y se determinó por un decreto que lleva el número 1.469/17, la prohibición de la tenencia, comercialización o detonación de elementos de pirotecnia y cohetería denominados «morteros» o «morteros bomba». Solo permiten elementos de pirotecnia o de cohetería que no sean de estruendo, es decir sin sonoridad. Las otras localidades que adhieren a esta normativa, con algunas variantes, son: Concordia, Diamante, Crespo, Viale, San José, Villaguay, Gualeguaychú, Concepción del Uruguay, entre otras. Debe aclararse, una vez más, que no es una prohibición total, sino que abarca todo lo que es estruendo pero se puede comercializar todo lo que es de venta libre, de bajo poder auditivo. En el ramo hay más de 300 o 400 artículos que no son de estruendo, por lo tanto se pueden utilizar. 

En otros países del mundo también se considera esta situación, por ejemplo la Directiva 2007/23/CE de la Unión Europea es la norma que da pie a que cada país disponga y reglamente la puesta en el mercado de artículos pirotécnicos. En Italia, la ciudad de Collecchio de Parma fue la primera en prohibir la fabricación, venta y utilización de fuegos de artificios con ruidos en 2015. Brasil se unió mediante una disposición en Río de Janeiro donde se utilizó pirotecnia sin ruido en la apertura de los últimos Juegos Olímpicos. 

Lo que provocan los ruidos fuertes 

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) tiene entre sus síntomas la hipersensibilidad en sus sentidos, especialmente la auditiva y la pirotecnia los afecta directamente. Según los especialistas al tener su capacidad auditiva incrementada, perciben los estruendos como una verdadera catástrofe, se estresan y sufren. Sienten sensación de miedo que les provoca crisis de llanto y gritos. Presentan una actitud agresiva como forma de mostrar que están molestos y que en ocasiones los puede inducir a autolesionarse y además esta perturbación sonora incrementan su nivel de cortisol en la sangre, se ponen tensos y tienen conductas repetitivas o estereotipadas. 

Ante todos estos hechos sería lógico que las autoridades de todos los niveles se unieran y llegaran a elaborar una Ley Nacional que contemple el uso de productos que no produzcan ningún tipo de ruidos, que son molestos no sólo para quienes padecen este tipo de trastornos sino también para gente mayor y para bebés. Sería bueno que por una vez se deje de lado el interés de un sector para resguardar el bienestar de la mayoría. Si en algunas provincias se puede llevar adelante la pregunta es por qué no en todas.