El proyecto del Servicio de Pediatría del nosocomio en Granadero Baigorria lleva 11 años y se mantiene a través de donaciones. CLG habló con la creadora, Cristina Fabersani, para conocer más detalles
El estar internado puede ser muy angustiante y desolador, mucho más si se es un niño o niña que solo piensa en divertirse. Ese fue el motor para Cristina Fabersani, hace más de 11 años, para intentar cambiar esa situación, al menos por un rato, en el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria. Con mucho esfuerzo y dedicación nació el proyecto Pintacuentos que se frenó un tiempo por la pandemia y ahora volvió a renacer. CLG dialogó con la responsable de la idea para conocer más detalles sobre el arte de divertir a los más pequeños dentro de un nosocomio.
“Lo iniciamos como un proyecto de envergadura social, mientras estaba estudiando la licenciatura de Bellas Artes. Arrancamos con dos compañeros, con el objetivo principal de paliar el tránsito hospitalario de niños y niñas internadas en la sala de pediatría del Eva Perón. Una internación conlleva aislamiento de la familia, de los amigos, de los juegos, entonces buscábamos que recuperen eso lúdico que el estar dentro de un hospital no se los permite”, relató Fabersani.
“Al principio se hizo con lo que había: era un aula de pediatría, de docencia, que la ambientamos, separándola con biombos, con dibujos infantiles, y de a poco, con el devenir de las distintas autoridades que fueron pasando por el hospital, hablando mucho se logró tener un espacio propio, que es donde estamos funcionando en este momento”, contó.
En el espacio de Pintacuentos, los niños se pueden expresar a través del dibujo o de distintas actividades con juguetes, masa o plastilina. “Hay un fondo de música acorde a las edades, les narramos los cuentos, buscamos que los interpreten y de esa manera el pequeño se pueda trasladar con su imaginación fuera del ámbito hospitalario”, explicó.
El proyecto lleva más de 11 años y la dinámica continúa siendo similar al principio. El espacio funciona dos veces por semana, en el que se convoca a los chiquitos internados en las habitaciones a participar de las actividades de acuerdo a las edades. Hay cuentos, plastilina, pinturas, dibujos, telas y juguetes, entre otras cosas.
“Los dibujos que se hacen en tela, las costureras después las cosen en las sábanas y esas sábanas son para los chicos de pediatría. O sea que los chicos internados tienen las sábanas pintadas por otros chiquitos que pasaron el mismo tránsito que ellos”, destacó la responsable de Pintacuentos.
Asimismo, Fabersani detalló que el espacio se mantiene exclusivamente con donaciones y no reciben subsidios ni del Estado ni de parte del Hospital. “Lo que bregamos es que sea reconocido como un servicio interdisciplinario más dentro del hospital, esa es la lucha, y estamos pidiendo que se reincorpore el voluntariado. Actualmente somos tres las principales pero siempre nos da una mano todo el personal del hospital. De todas formas estaría bueno que se incorpore como un servicio más y la provincia solvente todo el material que necesitamos como libros de cuentos, pintura para telas, acrílicos, masas, plastilinas, hojas de dibujos, todas esas cosas son de gran utilidad”, detalló Fabersani.
PINTACUENTOS EN PANDEMIA: LIBRO Y RENACER
“En 2020 el espacio de Pintacuentos fue utilizado como depósito sanitario y pensamos que no lo íbamos a recuperar, pero en noviembre de este año nos devolvieron el espacio y volvimos a comenzar con nuestras funciones. A raíz de eso, el año pasado, yo pensé que se terminaba entonces quería que Pintacuentos quede en el recuerdo para que otros que vengan lo puedan continuar. Así, nació el libro “Pintacuentos, su historia, 10 años”, lo pudimos editar con colaboraciones e hice la presentación en el hospital”, señaló.
Ahora, si bien la vuelta no es igual que antes de marzo del 2020, Cristina aseguró que están “muy felices de haber vuelto”. Actualmente la convocatoria a las actividades es por habitación, por burbuja. Hay pocos juguetes, los que están son lavables, para que se puedan sanitizar, alcohol en mano e ingresan solamente los niños, sin familiares.
Por otro lado, contó que para Navidad recibieron donaciones de la escuela Enrico de Capitán Bermúdez: “Trajeron un montón de juguetes, cartitas hechas por los chicos de cuarto grado deseándole la pronta recuperación a los niños internados, con dibujos, con corazoncitos, y eso es hermoso. Repartimos a los chicos que estaban internados y el resto quedó en el arbolito de navidad de Pediatría, con todos esos mensajes de buena recuperación y buena energía”.
Por último, Fabersani remarcó que “cualquier tipo de donación de juguetes o insumos para las actividades ayuda mucho y que los interesados pueden comunicarse a través del Facebook de Pintacuentos (haciendo click aquí) o acercarse a la dirección del Hospital Eva Perón, en Granadero Baigorria”.