La víctima sufrió quemaduras en el 70 por ciento de su cuerpo, tras ser atacada en el barrio porteño Constitución en julio pasado
Una fiscal solicitó que un hombre sea juzgado por un femicidio cometido con ensañamiento y alevosía a pesar de que la víctima aún no pudo ser identificada, ya que sufrió quemaduras en el 70 por ciento de su cuerpo tras ser prendida fuego en el barrio porteño de Constitución el 4 de julio último, informaron hoy fuentes judiciales
Fuentes del Ministerio Público informaron que el pedido fue realizado por la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°52, a cargo de Romina Monteleone, al juez del mismo fuero, Walter Candela.
Para la fiscal, el hombre fue autor del delito de homicidio doblemente calificado, por haber sido cometido con ensañamiento y alevosía, perpetrado por un hombre a una mujer mediando violencia de género.
La víctima, que aún ni fue identificada, tenía entre 30 y 45 años, medía 1,60 metros de altura, era de cabello teñido de rubio y tez blanca y, al momento de su fallecimiento, presentaba un alto grado de intoxicación alcohólica.
De acuerdo con la investigación, el pasado 4 de julio, alrededor de las 23, en un asentamiento precario ubicado debajo de la traza de la Autopista 25 de Mayo -sobre la calle Virrey Cevallos al 1200, entre Cochabamba y la avenida San Juan-, el imputado habría incendiado intencionalmente a la mujer que se encontraba en el interior de una casilla.
Para ello, según la acusación, utilizó «un elemento ígneo capaz de generar llama libre, como un fósforo, encendedor, o mecha de papel previamente acondicionadas y encendidas, con el que previo a agazaparse junto a la casilla de mención desató su incendio mientras la persona del sexo femenino indicada permanecía en el interior de la misma, para luego alejarse del lugar a pie por la calle Virrey Cevallos, hasta Cochabamba, donde viró hacia la calle Luis Sáenz Peña».
De acuerdo al requerimiento de la fiscal, la víctima -que se hallaba en el interior de la casilla- estaba «afectada por un grado de alcoholización llamativo, que le impidió articular defensa alguna, produciendo así su muerte por carbonización».
A raíz de las tareas investigativas desarrolladas por la fiscalía, se pudo identificar al sospechoso y detenerlo el pasado 8 de septiembre, en una habitación de un hotel en el barrio porteño de Boedo.
Monteleone señaló como determinante las declaraciones de distintos testigos, las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona, los peritajes del Cuerpo de Bomberos de la Ciudad y del Cuerpo Médico Forense, para considerar al imputado como el principal sospechoso del hecho.
La fiscal destacó que el «enfoque con perspectiva de género y la aplicación de la normativa en materia de protección de las mujeres que sufren violencia, resulta fundamental para acreditar» este tipo de hechos y sus «consecuencias jurídicas».
Monteleone recordó el criterio de la Sala I de la Cámara Nacional de Casación Penal en lo Criminal y Correccional en un fallo en el que fue citado un trabajo de la psicoanalista Eva Giberti sobre este tipo de ataques» en los que «el varón sobrepasó el deseo de matar para persistir, él en persona, formando parte de la agonía de la mujer»
«Esta es una forma de su manera de gozar mediante el daño, enajenado por su propia perversidad. Porque su acción, su fuego/poder logra, al arder su víctima, que su presencia masculina se instale en el cuerpo de ella mientras la está matando», agrega el texto de Giberti al que aludió la fiscal.
Desde esta perspectiva, que la acusadora retoma para sostener que se trató de un femicidio, «el homicida vive y acrecienta su poder en las llamas sucesivas y en el ardor insoportable que el fuego suscitó. Se trata de combustión, aquello que el fuego precisa quemar para encenderse, es decir, el cuerpo de la víctima, imprescindible para el incendio, potencia el delito».