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Piden mayor seguridad en el parque náutico del río Paraná


Los accidentes de tránsito acuático crecen día a día. Desde Amigos de la Isla Autoconvocados solicitan más control sobre el agua y a los navegantes. "En el río no hace falta un choque para que se produzca un accidente", expusieron

Por Gonzalo Santamaría

Año a año el río aumenta su población navegante. Las embarcaciones copan el Paraná con las islas entrerrianas como principal atracción. Al igual que la ciudad con el tránsito, barcos, veleros y kayaks transitan sobre el agua y, al igual que en las calles rosarinas, aparecen los accidentes, en este caso, náuticos.

En los primeros días de marzo se produjo un nuevo accidente entre una embarcación a remo y una a motor. El hecho, que se registró el tercer día de ese mes, puso el reclamo de Amigos de la Isla Autoconvocados nuevamente en la agenda, ya que el número de este tipo de accidentes aumenta año a año en la misma proporción en la que crece el parque náutico de la ciudad.

Los autoconvocados rescataron, mediante un comunicado, que cada navegante, sea a remo, vela o motor, debe obrar en forma «prudente y responsable«, ya que cuando mayor es la velocidad empleada, «mayor es el grado de responsabilidad» a la hora del manejo.

«Debido a las altas velocidades aumentan los potenciales daños que se pueden producir a propios o terceros en caso de accidentes«, explica el comunicado.

Amigos de la Isla subrayó la importancia de los controles por parte de la «responsabilidad primaria» que, en este caso por tratarse del río Paraná, es de la Prefectura Naval Argentina. Aunque no descartó que las guarderías náuticas, los clubes de la costa y la Municipalidad de Rosario tomen medidas de concientización sobre los navegantes para una mayor seguridad.

«Los controles deben ser mayores y permanentes por parte de la Prefectura y las autoridades y que todos los años al comienzo de la temporada los clubes y guarderías deban realizar campañas de concientización para recordarles a sus socios y clientes las normas básicas de navegación«, expresaron los autoconvocados en el texto.

CLG dialogó con Santiago Mirelli, integrante de este grupo, que amplió el comunicado. Comenzó alentando a que la gente se acerque al río, sin embargo fue claro: «Hay mucha gente que no conoce cómo se debe manejar en el río, y una vez obtenido el carnet o la capacitación en caso de los kayaks, no vuelve a tener contacto con las normas básicas de navegación«.

Sobre el pedido de capacitación anual, Mirelli subrayó que debe ser para todos porque «es difícil decir quién tiene y quién no» los conocimientos previos. También planteó que se fije cartelería en los clubes y guarderías náuticas recordando las reglas básicas. «Eso se podría hacer de forma coordinada entre la Municipalidad de Rosario y Prefectura«, aseveró.

El río Paraná y las islas tienen una triple jurisdicción, ya que lo que pasa en el agua depende de la Prefectura, un ente nacional; en la tierra de las islas actúa la Policía de Entre Ríos y en las instituciones costeras de Rosario trabajan autoridades locales.

A la hora de hablar de la seguridad sobre el agua, Mirelli sostuvo que «lo fundamental es la velocidad y la distancia que se tiene en la embarcación. En el río no hace falta un choque para que se produzca un accidente, en un remo o vela pequeña el simple oleaje de otra embarcación la puede hacer volcar«.

El integrante del grupo autoconvocado esgrimió que «mucha gente» no tiene en cuenta la velocidad a la hora de subirse a una embarcación. «Las lanchas o las motos de agua pasan a toda velocidad a dos metros y los kayaks, por ejemplo, tienen que esperar, dejar de remar, ponerse en posición para que las olas no lo tumben y después retomar». Y volvió a remarcar el accionar de las naves a motor: «Lo hacen por ignorancia. Las cuestiones básicas de las velocidades, las desconocen«.

Haciendo un paralelismo con lo que se ve a diario en las calles de Rosario, Mirelli hizo hincapié en que «en la ciudad, cuando ocurre un accidente, caés al suelo. En el río, en cambio, caés al agua y te podes ahogar con o sin salvavidas. Hay que extremar las precauciones«. Desde noviembre hasta marzo hubo al menos un accidente por mes.

«Los kayas serían el equivalente a las bicicletas en la ciudad, los ciclistas y los kayakistas son los que más arriesgan en un accidente«, aseguró Mirelli.

Para obtener un carnet para lanchas se debe hacer un curso de un mes; para veleros, por las distintas categorías que existen, dura un tiempo más, y los kayakista no necesitan carnet más allá de la capacitación que cada uno reciba para usar esa embarcación.

El principal problema de la población náutica pasa por los conductores de lancha que sólo utilizan su embarcación en verano. «No la usan fuera de esta estación y vuelven al verano siguiente. Uno pasa el tiempo y se olvida de las cosas«, puntualizó el autoconvocado.

Por último, Mirelli también expuso «la vuelta de la Isla» como un inconveniente del río ya que «no hay controles de alcoholemia y por eso necesitamos más presencia de la Prefectura«.

Últimos accidentes de mayor trascendencia:

  • 8 de noviembre del 2019 – Agustina López (kayakista) fue embestida por una una lancha en el paso Destilería.
  • 12 de diciembre del 2019 – a las 20.30, tres personas resultaron heridas cerca de Costa Alta al producirse un choque entre una moto de agua (que se dio a la fuga) y una lancha de pasajeros que no tenía luces ni salvavidas (según la denuncia efectuada en Prefectura por uno de los damnificados).
  • 4 de enero del 2020 – cerca de las 10.15, Gustavo Coronel de 58 años, remero del Club de Remeros Alberdi, fue embestido por una lancha taxi, frente al balneario La Florida. Sufrió una herida cortante en el brazo derecho y fue derivado al Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, ya que tenía comprometido un tendón.
  • 16 de febrero del 2020 – La lancha llamada Chayenne pasó por arriba del kayak de José Suárez y Gabriela Irene en la punta norte de la Isla de los Mástiles.
  • 3 de marzo del 2020 – Silvia fue atropellada en su kayak por el taxi lancha El Chacal cerca de Puerto de Palos. El conductor de la embarcación tenía la licencia vencida desde el año 2012 (según la denuncia efectuada por la damnificada).
  • 14 de noviembre del 2012 – Marcelo Abram, cerca de las 14.30, nadaba al norte de la Rambla Catalunya cuando fue embestido por una embarcación. Debido a la gravedad de las heridas fue trasladado al Eva Perón de Granadero Baigorria, donde falleció pasadas las 17.
  • 9 de octubre de 2015 – Ángel Santos falleció por las secuelas que le ocasionó un accidente que tuvo con su kayak casi dos años atrás cuando fue atropellado por una lancha que pasó a gran velocidad, provocándole graves heridas en sus piernas. El conductor de la nave a motor se fugó sin prestar ayuda.