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Piden a la ONU que un museo francés restituya restos de un tehuelche


El reclamo se viene realizando desde el 2015 ante el Museo parisino y a las autoridades francesas; se trata de los restos de un mapuche tehuelche que fueron sustraídos en el siglo XIX

Comunidades tehuelches reclamaron ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que interceda ante el Museo del Hombre de París para que les restituyan los restos de un mapuche tehuelche que fueron sustraídos en el siglo XIX.

Se trata de los restos del Liempichún Sakamata, que estuvieron exhibidos en el Museo del Hombre de París, luego de que un conde francés profanara su tumba a finales del siglo XIX.

El esqueleto del «gigante» tehuelche fue llevado al museo de París por el conde Henry de la Vaulx en 1896, quien tras profanar su tumba se llevó a Francia el esqueleto y su ajuar funerario compuesto por un estribo, pendientes y monedas -todo de plata-, además de 30 cajas de cráneos y otras joyas.

La Vaulx había recorrido la Patagonia, donde trabó contacto con caciques de la región y comenzó a profanar sus tumbas y robar sus esqueletos.

Fue así como La Vaulx desenterró a varios mapuches y tehuelches recién fallecidos, tras depositarlos y hervir los cadáveres, como él mismo relató en su libro «Viaje a la Patagonia», los llevó a Francia pasando así integrar las colecciones del Museo del Hombre de París.

Desde el 23 de junio de 2015 se viene reclamando la restitución ante el Museo parisino y a las autoridades francesas, pero hasta el momento los restos de Liempichun Sakamata, identificados por el historiador argentino Julio Vezub, siguen en el Museo del Hombre de París.

La comunidad tehuelche Liempichún Sakamata, del Paraje Payagniyeo, representada por su abogada Sonia Ivanoff, presentó un informe ante el Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de Naciones Unidas, en el que se reclamó la intervención para lograr la restitución de los restos de Sakamata.

«Se realizó una sesión virtual del Mecanismo de Expertos con el fin de evaluar las presentaciones que se realizarán ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en septiembre próximo, sobre los reclamos de los pueblos indígenas para la repatriación de objetos ceremoniales y restos humanos», explicó a Télam Ivanoff.

En esa reunión virtual se tomó conocimiento de los reclamos concretados por la comunidad Sakamata Liempichún y la comunidad tehuelche «Gabriel Mañiaqueque» de Chubut.

El antropólogo del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas Fernando Pepe, en declaraciones a esta agencia, explicó: «Nosotros venimos acompañando cada paso de las comunidades, desde 2015, cuando se realizó el pedido a Francia vía Cancillería argentina, pero esta presentación la realizaron las comunidades por la resistencia del Museo del Hombre».

«Solo falta que el senado francés declare que despatrimonializa los restos de Liempichúm; esto ya se realizó en otras restituciones; de hecho hoy mismo el Museo del Hombre está restituyendo los cráneos de africanos asesinados por su ejército colonial en Argelia en 1849», detalló el antropólogo.

Sostuvo, además: «Hoy tenemos el viento a favor, ya que si a esta restitución le sumamos el compromiso de la nueva presidenta del INAI, Magdalena Odarda y la fuerza infinita de las comunidades seguramente triunfará la ética».

En el informe que se presentó al Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, al que accedió Télam, se solicitó que «se arbitren los medios a su alcance para la concreción del mecanismo que facilite la «repatriación» internacional de los restos humanos de Liempichun y familiares, que se encuentran en el Musèe De I’ Homme dependiente del Muséum d’Histoire Naturelle».

Invocan la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas del 2007 que afirma que los pueblos indígenas tienen derecho a practicar y reavivar sus costumbres y condiciones culturales, el derecho al uso y control de sus objetos ceremoniales y el derecho a la restitución de sus ancestros.

Por su parte, Cristina Liempichún, afirmó a Télam: «No se trata solo de que vuelva (Sakamata) al Territorio y que descanse junto nuestros antiguos, tiene que ver con nuestra cosmovisión, con los valores dados por nuestros antecesores, nuestra espiritualidad y con volver a entablar las relaciones con las fuerzas y nuestros antepasados con la intención de mantener el küme mongen (equilibrio)».