El ex funcionario utilizó una investigación a su cargo para poner el número de celular de su ex pareja entre los equipos que debían ser intervenidos y vigilados
El ex fiscal de Rosario Fernando Rodrigo que pinchó el teléfono de su ex pareja para espiarla mientras ejercía como funcionario judicial se enfrentará a un juicio oral y público y podría recibir una condena de 5 años de prisión e inhabilitación perpetua.
Rodrigo, que renunció en 2017 en el medio de un escándalo por haber incluido los números de teléfono de su ex pareja y familiares en una investigación a su cargo, está acusado de peculado de trabajos y servicios públicos en concurso ideal con falsedad ideológica y uso de instrumento público agravado por su calidad de funcionario público.
La fiscal Natalia Benvenuto sostuvo que por el delito pedirá que se le otorgue al acusado una pena de 5 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos a nivel nacional. De aprobarse esta condena, el ex fiscal vería truncada la posibilidad de convertiste en titular de la Fiscalía Federal de Río Gallegos, para la que se postuló en junio de este año, quedando entre los elegidos para avanzar en la terna.
Al momento de ser imputado, Rodrigo se desempeñaba como jefe de una de las unidades fiscales de Investigación y Juicio, e intervenía en robo de vehículos que posteriormente eran desguazados en desarmaderos. Durante la investigación, dio una lista de líneas telefónicas que debían ser intervenidas de posibles sospechosos.
El 7 de agosto de 2017, un empleado de Rodrigo detectó que uno de los teléfonos que tenían en la investigación por los desarmaderos de autos era de una compañera de trabajo y denunció a su superior.
Ni bien trascendió la investigación en su contra, el fiscal tramitó una licencia psiquiátrica. El 11 de agosto de 2017, cuatro días después de que se desatara el escándalo, el fiscal general Jorge Baclini lo suspendió preventivamente.