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Pese a quejas de la oposición, Andrzej Duda jurará como presidente el 6 de agosto


El actual jefe de Estado asumirá su nuevo mandato pese a la denuncia de que ganó los comicios con apoyo estatal ilegal

El presidente polaco, el ultraconservador Andrzej Duda, jurará el cargo para un nuevo mandato el próximo 6 de agosto, pese a las quejas de la oposición liberal, que denuncia que ganó los comicios con apoyo estatal ilegal.

La presidenta del Parlamento (Sejm), Elzbieta Witek, del gobernante partido Ley y Justicia (PiS), convocó para ese día a la Asamblea Nacional, que integran las cámara baja y alta y cuyo cometido es proceder a la investidura del presidente. En esa sesión se prevé que Duda jure su cargo para un segundo mandato, después de que el pasado domingo fuera reelegido en las urnas por escaso margen frente al aspirante de la oposición, el liberal Rafal Trzaskowki.

El actual mandatario, al que respalda el PiS, se impuso en la segunda vuelta de las presidenciales por un 51,2% de los votos, mientras que su rival y candidato de la Plataforma Cívica (PO) obtuvo el 48,7%.

La formación opositora presentó una queja ante el Tribunal Supremo, con el argumento de que Duda contó con el apoyo del «conjunto del aparato estatal» para su reelección, según afirmó hoy Borys Budka, líder de la PO, citado por la agencia de noticias EFE. En la demanda se denuncian irregularidades en el proceso electoral y se pide la anulación de sus resultados.

De acuerdo con la PO, el PiS participó directamente en la elección de Duda y puso a su servicio recursos del Ministerio de Asuntos Exteriores, además de implicar en la campaña a su favor los medios de comunicación públicos.

La candidatura de Duda estaba respaldada por el PiS, aunque formalmente su militancia está en suspenso desde que asumió la presidencia, en 2015.

Duda había sido ya el más votado en la primera vuelta de los comicios, celebrada el 28 de junio, en la que obtuvo 43% de los apoyos entre un total de once candidatos, y, en segunda posición, quedó el alcalde de Varsovia, con 30%.

El partido de Budka sostiene que no fue una elección limpia, ya que desde el PiS -el partido que lidera Jaroslaw Kaczynski, el hombre fuerte del país- se prestó ayuda ilícita al presidente, incluidos recursos financieros.

La PO denuncia asimismo que se excluyó a residentes en el extranjero -el aspirante se impuso en el voto exterior- y que el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, modificó su agenda como jefe del gobierno para participar en actos de campaña de Duda.

La victoria de Duda, al que se considera un seguidor fiel de la política de Kaczynski, supone un espaldarazo a la línea del PiS, cuyas reformas refrendó con su firma sin apenas modificaciones y pese a los recelos que despiertan en Bruselas.

Trzaskowski representaba una esperanza de cambio y un regreso a la línea proeuropea que supuso el exprimer ministro y antiguo presidente del Consejo Europeo el liberal Donald Tusk.

Destacable fue el índice de participación en los comicios, que llegó al 68,12 % de los casi 30 millones de electores llamados a las urnas.

Inicialmente, las presidenciales estaban previstas para el 10 de mayo, pero fueron aplazadas en medio de una fuerte controversia por las restricciones en la vida pública vigentes en estos momentos por el coronavirus, que en Polonia ha sumado hasta ahora 39.054 contagios y 1.604 víctimas mortales.