Ochenta y seis periodistas japonesas anunciaron este martes la creación de una asociación para defender sus derechos, luchar contra el acoso sexual y la mentalidad sexista en el medio periodístico.
«Todas las mujeres periodistas japonesas sufrieron alguna vez una forma de acoso sexual», declaró en una conferencia de prensa Yoshiko Hayashi, una de las fundadores del movimiento Women in Media Network Japan (WiMN), que «indirectamente» hace eco a la ola mundial de #Metoo.
«No creo que haya excepciones, pero se callan por temor a que se rompa el vínculo con sus fuente», agregó Hayashi.
«Estamos decididas a erradicar el acoso sexual y otros ataques a la dignidad humana», insistió Hayashi.
«La sociedad japonesa está aún marcada por un pensamiento muy masculino, pero cambiando los medios podemos contribuir a cambiar la sociedad», sostuvo la periodista.
Las 86 periodistas ya cuentan con 19 testimonios de compañeras de profesión de entre 30 y 50 años que trabajan para medios de comunicación escritos o audiovisuales.
Esos testimonios dan cuenta, por ejemplo, de toqueteos en un taxi, alusiones sexuales, preguntas sobre la vida privada por parte de dirigentes políticos.
Revelan además la ausencia de comprensión de las jerarquías de las empresas cuando plantean las cosas que suceden.
La iniciativa surgió tras el escándalo causado por un caso de acoso sexual de una periodista de la televisión por parte de un alto responsable del ministerio de Finanzas.
El viceministro administrativo del ministerio de Finanzas, Junichi Fukuda, se vio obligado a renunciar.
Pero a pesar de la renuncia sigue contando con el apoyo del viceprimer ministro y del ministro de Finanzas Taro Aso.
En Japón, la inmensa mayoría de las mujeres que sufren acoso sexual se callan debido a que las que han decidido hablar han sido sometidas a una fuerte presión, que va desde la difamación en internet hasta las amenazas físicas.