En un nuevo Día del Periodista, CLG dialogó con Pablo Cribioli, Eduardo Conforti y Miguel Tessandori, quienes dieron su opinión sobre los cambios que sufrió el periodismo con el correr de los años
Por Santiago Ceron
Un día como hoy hace 210 años un hombre argentino llamado Mariano Moreno fundaba la «Gaceta de Buenos Aires». Ese hito histórico que terminó determinando la fecha del Día del Periodista en Argentina, hoy sirve para analizar y recorrer la historia de la comunicación en el país, y cómo ha cambiado a lo largo de los años. Esta profesión vital para garantizar el derecho a la información de la población, ha mutado década tras década, pero es evidente que el desarrollo tecnológico de los últimos años ha provocado un salto como nunca antes.
La tarea del periodismo siempre ha sido y será la obtención, tratamiento, interpretación, redacción y difusión de la información, ese es el factor de la ecuación que se mantiene fijo. Lo que sí cambia es la forma en que se cumple esa tarea. El masivo desarrollo de internet y el casi instantáneo acceso a la información ha empujado al periodismo a generar una difusión cada vez más instantánea de la noticia, lo que requiere distintas cualidades en los comunicadores en comparación con años anteriores.
Es por eso que en un nuevo Día del Periodista, CLG dialogó con tres referentes experimentados de la profesión en Rosario, quienes analizaron los cambios que ha sufrido el periodismo con el correr del tiempo. Pablo Cribioli, Eduardo Conforti y Miguel Tessandori dieron su opinión con respecto al presente de la comunicación, y lo compararon con el trabajo que se realizaba cuando comenzaron sus carreras.
Pablo Cribioli
Cribioli es un referente innegable del periodismo y de la política santafesina, desde sus comienzos en LT3 hasta sus roles como presidente del Concejo Municipal y vicepresidente de la Cámara de Diputados de la provincia. Para él, no es un Día del Periodista más, ya que hace menos de un mes se cumplió una fecha especial: «Este 9 de mayo se cumplieron 50 años desde que comencé mi carrera como periodista en LT3 como cronista«.
Sobre esos inicios, el dirigente radical recordó: «Un jueves me presenté en la radio para ver si podía empezar a trabajar y aprender, charlé con Antonio Noya que hacía un programa que se llamaba la Mesa Redonda del Deporte. Me dijo que empezaba a trabajar el sábado en la cancha de Newell’s en un partido entre Central Córdoba y Villa Dálmine. Ese día a las 6 de la tarde hice mi debut en LT3 con mi comentario. Traigo este entrañable recuerdo porque en este largo recorrido se ha producido un cambio muy trascendente».
En ese sentido, Cribioli comenzó con su análisis: «En algunos aspectos el cambio no deja de ser positivo, pero en otros veo que se ha desjerarquizado la profesión. El periodismo que yo conocí se iba amasando en el tiempo, con mucho trabajo y pasión, donde le dedicábamos largas horas al aprendizaje. Había grandes maestros como Antonio Noya o Evaristo Monti. Hoy observo, a veces perplejo, como los medios televisivos transmiten una gran decadencia. Se hace muy poco periodismo, se ejerce muy poco la profesión».
Además, criticó duramente la comunicación televisiva que existe en el presente: «Una cosa es el periodismo y otra cosa son los periodistas. Hoy los periodistas militan más que lo que trabajan. Cuando esto es tan ostensible me parece que prostituye de alguna manera la profesión. Hoy en la televisión pareciera que existen dos bandos, de un lado todos los buenos y del otro todos los malos. Esto verdaderamente le quita el brillo, la relevancia y la jerarquía que tiene la profesión del periodista».
Cribioli también señaló que «hay que ser más celoso y prudente con la noticia y la información. Luego de tener una noticia bien documentada aparece la subjetividad. El periodismo no es objetivo, somos sujetos y por lo tanto hay subjetividad, pero hay que ser cuidadoso y, por sobre todo, honesto con la información».
Por otro lado, el ex presidente del Concejo se refirió al desarrollo del internet y la creación de nuevos medios: «En algunos casos veo como positiva la gran aparición de nuevos medios digitales, hay medios serios, responsables y de jerarquía, pero también me encuentro con muchos improvisados. Nosotros teníamos la obligación de leer en serio cinco diarios, y nuestros maestros siempre nos decían que hay que andar con un librito bajo el brazo, hay que cultivarse permanentemente. Hoy está faltando bastante cultura en los medios de comunicación«.
Por último, Cribioli habló sobre la nueva camada de periodistas que se forma en el contexto de desarrollo tecnológico y de redes sociales: «El aprendizaje es una tarea constante, siempre se va a seguir aprendiendo. A los jóvenes les diría que buceen, que trate de escrudiñar muy bien la historia del periodismo de nuestra ciudad que es muy rica. Hay literatura que te nutre, te alimenta y te mejora, hay que recurrir a todo eso y después hacer una síntesis. Hay que aggiornarse, pero también hay que llevar un espejito retrovisor para mirar hacia atrás. Aquel que abraza la profesión, no la abandona nunca más, esté en actividad o no, uno es periodista para toda la vida«.
Eduardo Conforti
Quien hoy conduce «El diario de mañana» en Mitre Rosario, pero que tiene una larga trayectoria en la ciudad, dio una visión diferente sobre los cambios en su profesión y apuntó a una época puntual del país: «Comencé haciendo periodismo en los años 70, eso significa que pasé gran parte de mi vida periodística bajo dictadura. A partir del 83 con la recuperación de la democracia estoy convencido de que estamos viviendo otra época, otro gusto periodístico».
El conductor radial destacó principalmente la gran cantidad de medios que se han creado en los últimos años y a la aparición de las redes: «Creo que ahora hay mucha más libertad que antes, a pesar de que entiendo las presiones empresariales o políticas que pueden existir. Digo que hay más libertad por una razón: tenemos más medios, más posibilidades de difundir nuestro mensaje y es difícil censurar a las redes sociales. Tu opinión a través de una red social llega a miles y miles de personas y nadie te la puede censurar. Entiendo que hay multimedios muy poderosos y que llegan a millones de personas con el mensaje, pero insisto, no es como antes».
En ese sentido, ejemplificó con Rosario: «Antes había un solo diario importante, La Capital, y otros diarios con poca llegada, sólo había cuatro radios y todas pertenecían al gobierno que aplicaba mucha presión y una censura casi total, y había una sola agencia de noticias donde podías consultar la información, que era Télam y que también pertenecía al gobierno». Y añadió: » A partir de la difusión que hoy tiene el internet en el mundo creo que hoy es imposible acallar algo, podrá tener menos o mayor difusión, pero eliminar una noticia es imposible. Lo que sí puede suceder es que uno lo manipule, eso es otra cosa. Estamos viviendo un mundo distinto, a mi juicio mucho mejor que el de antes, y con una absoluta libertad individual de cada uno de los periodistas«.
Además, Conforti se refirió al crecimiento de los medios digitales y a las facilidades que otorga la tecnología: «En esta cuarentena el New York Times ganó millones y millones de nuevos lectores a través de su página web, pero el diario de papel siguió vendiéndose cada vez menos. Ese es el futuro, indudablemente. Todo está cambiando. Hace 40 años atrás si yo tenía que hacer el programa de radio como lo estoy haciendo hoy en cuarentena tenía que recurrir al teléfono y era bastante problemático, hoy estoy en mi casa haciendo el programa a través de Skype».
Por otro lado, en referencia a la diferencia en recursos que siempre existió entre Rosario y Buenos Aires, Conforti expresó: «Creo que ha habido un avance fenomenal en los medios de Rosario. Las radios rosarinas, tanto las FM como las AM, no tienen nada que envidiarle a las radios de Buenos Aires, en absoluto, se trabaja con la misma calidad, hay periodistas del mismo nivel, y con estas posibilidades de tener mayor comunicación hoy se escuchan notas en la radio y la televisión que antes eran imposibles de hacer por los costos».
«Antes hacer una llamada a Buenos Aires y sacar a un ministro nacional o a una figura política costaba mucho dinero por la llamada telefónica. Yo trabajé durante muchos años en el programa de Evaristo Monti y el costo mensual del teléfono era increíble, si lo trasladamos al día de hoy debería estar pagando entre 500.000 y 600.000 pesos de cuenta telefónica«, agregó
Por último, el comunicador rosarino opinó sobre las nuevas generaciones de periodistas que se forman bajo las condiciones tecnológicas actuales y la inmediatez que ello exige: «Tengo una visión totalmente distinta a los compañeros de mi camada. Croe que los nuevos periodistas tienen una enorme capacidad, están mucho más preparados que nosotros, han leído más y han estudiado sistemáticamente; lo que les falta es experiencia. Cuando pasen 30 años y ganen esa experiencia, un periodista de hoy va a estar mejor preparado que uno de ayer».
Miguel Tessandori
Es una de las caras más reconocibles de la televisión rosarina y ostenta una extensa trayectoria en el periodismo y el periodismo deportivo de la ciudad. Hoy Tessandori se mantiene vigente y es uno de los pilares de De 12 a 14, el programa más visto en la región. Por su parte, recuerda con buenos ojos el pasado de la profesión: «El periodismo esencialmente no cambia, pero cuando empezamos era muy artesanal y había que buscar muchísimas variantes para poder construirlo».
«Todavía estaba la magia de la radio, había que investigar, profundizar, era mucho más pensante, daba tiempo para charlar, reflexionar y hacer análisis. Creo que de ahí surgió la confianza que la gente depositó en uno, creo que la credibilidad que fui construyendo y que fueron construyendo otros grandes periodistas nos dio esa capacidad de poder comunicar y que la gente recepte ese mensaje», agregó.
Tessandori opinó sobre la aparición de nuevos medios y el efecto que eso tuvo en los comunicadores: «Cuando nosotros comenzamos había muy pocos medios de comunicación, pero luego el número fue creciendo por el internet. Hoy son muy pocos los casos en los que uno repara y dice ‘este periodista está diciendo algo realmente serio, mesurado, lo analiza y lo investiga’, porque hoy la inmediatez de la comunicación no permite eso, lamentablemente es hacer y seguir. Creo que esto ha influido negativamente en el periodismo, nos ha quitado esa impronta que había antes. El panorama no es negativo, pero es preocupante«.
Además, aseguró que «hay predominio de medios de comunicación hegemónicos e inclinados hacia un sector«. Y agregó: «No me gusta la total inclinación hacia un lado, me gusta escuchar todas las opiniones, tratar de analizarlas, porque sino nos quedamos con una sola imagen».
El periodista rosarino advirtió que «se ha perdido profundidad» y explicó por qué: «Evidentemente la situación de los medios y de la gente viendo las noticias es hasta de cierto modo preocupante. Hay una penetración en función de la información, la gente no se para a analizarla y los periodistas tampoco, porque pasó esto y a la media hora pasó otra cosa. Entonces esto hace que, salvo contadas excepciones, no haya capacidad como para poder volcar una opinión y la gente tampoco tiene ganas de sentarse a escuchar«.
«Hay conocimientos que deben aprenderse y el saber tiene que estar permanentemente en cada una de las personas. Lamentablemente, hay muchos que ignoran lo que ignoran, no quieren saber, no les preocupa saber, y eso también ha ido en contra de la profesión. El periodista debe construirse, modelarse y mandar un mensaje que la gente recepcione y te crea», agregó.
Al ser consultado sobre qué cualidades cree que el periodista de más años le puede aportar a aquellos comunicadores más jóvenes, señaló: «Hay que sentarse a escuchar y tratar de comprender la experiencia que uno ha ido forjando a lo largo de los años. El periodista tiene que tener pasión por lo que hace, veracidad en lo que dice y credibilidad. Tiene que tener un sentimiento especial, leer mucho, investigar, no quedarse con una sola opinión, tratar de brindar una opinión personal».
Por último, Tessandori, un referente de uno de los medios más grandes de la ciudad, habló sobre la diferencia que existe entre el periodismo rosarino y el porteño: «La cantidad de medios independientes que han aparecido han beneficiado al periodismo de Rosario; pero, generalmente, siempre morimos en Buenos Aires. Los grandes monstruos de la comunicación han atrapado y personificado la opinión, y la parte económica hoy juega un valor fundamental«.
«Si quiero cubrir un evento y no tengo los recursos publicitarios como para hacerlo, caemos invariablemente en Buenos Aires o en lo internacional. Cada vez cuesta mucho más cubrir un evento y darle una impronta rosarina. Salvo un esfuerzo personal, no veo coberturas de Rosario de grandes eventos como debería hacerse en materia deportiva, política o internacional», concluyó.