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Peluquero marplatense saca el sillón a la vereda y atiende a sus clientes


Se trata de Rubén Martínez, de 69 años, y que lleva casi 50 "arreglando cabellos". Además explicó que no cree estar "incumpliendo ningún DNU, estoy al aire libre, y con todos los cuidados para evitar la propagación del virus"

Un peluquero marplatense sacó el sillón de su local a la vereda y comenzó a atender a sus clientes pese a las nuevas restricciones por la pandemia de coronavirus, y advirtió que «no es un acto de rebeldía, sino una necesidad de trabajar para pagar el alquiler, los impuestos y tener un plato de comida en casa».

Se trata de Rubén Martínez, de 69 años, y que lleva casi 50 «arreglando cabellos», según definió.

«A los clientes hay que atenderlos, y se me ocurrió sacar el sillón de peluquero a la vereda para poder seguir trabajando. La gente ya me conoce y sabe que desde que fuimos autorizados a atender con los respectivos protocolos para el rubro atiendo con barbijo y guantes».

Rubén explicó que no cree estar «incumpliendo ningún DNU, estoy al aire libre, y con todos los cuidados para evitar la propagación del virus».

Con su local sobre la calle Moreno al 2300 de esta ciudad balnearia, el peluquero marplatense expresó que no lo habló «con otros colegas porque fue algo repentino, y ante la necesidad de trabajar para cumplir con todas las obligaciones, resolví sacar el sillón y comenzar a emprolijar las cabelleras», dijo a Télam.

«Si en la semana vienen y me dicen que no puedo hacerlo, lo tendré que dejar de hacer, pero, como le debe ocurrir a otros comerciantes, necesito trabajar, generar dinero porque sino no puedo llevar un plato de comida a casa».

El peluquero manifestó que no recibe «subsidios, ni planes, pero tampoco los quiero. Sí quiero trabajar respetando los protocolos que el año pasado nos permitieron volver a trabajar. Soy consciente de que todos debemos cuidarnos, pero también de que si no trabajo me endeudo».

Por último, el peluquero marplatense dijo «desde los 13 años que trabajo, y nunca paré de hacerlo, no sé hacer otra cosa. Si bien cobro la mínima (jubilación) no me alcanza para nada».

Al referirse a la pandemia de coronavirus, Rubén, quien ya recibió la primer dosis de la vacuna Sputnik V, dijo «se que esta segunda ola es más fuerte, y que debemos seguir cuidándonos, pero no tengo solvencia económica para volver a cerrar las puertas como el año pasado».