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Peleas de tránsito: qué hay detrás de cada episodio de violencia


El reconocido psicoterapeuta de la ciudad Ernesto Ratghe analizó en diálogo con CLG la creciente falta de convivencia que se percibe en la sociedad

La brutal pelea callejera que se registró a principios de abril tras una discusión de tránsito entre un automovilista y un taxista en Buenos Aires volvió a poner en debate la falta de convivencia que existe entre los argentinos. Hechos como el mencionado se repiten a diario a lo largo y a lo ancho del país, lo que hace pensar si hay recrudecimiento de la violencia entre los ciudadanos o si simplemente la facilidad de registro hace que estos sucesos se viralicen más rápidamente.

«Esta es una cultura que fomenta el individualismo y la falta de límites, donde no se produce una trasmisión de respeto para con el otro. En este contexto, muchas personas tienden a creer que pueden expresar sin ningún tipo de consecuencia lo que tienen en su interioridad, como la emoción de enojo», explicó el reconocido psicoterapeuta de la ciudad Ernesto Ratghe en diálogo con CLG.

Este tipo de situaciones ya quedaron perfectamente registradas en el film de Daniel Szifrón, Relatos Salvajes, y que ahora vuelve a aparecer en la trama de la recientemente estrenada 4×4, que cuenta la historia de un ladrón que en el intento de robar una camioneta de lujo queda encerrado y a merced del dueño que busca torturarlo, porque se cansó de que lo roben.

El entrevistado también citó la película «Intensamente», al afirmar que en el film se aprecia claramente el tema de las emociones. «Nuestra cultura tiende a negar al otro. Lo que vale es lo que yo tengo adentro, y si lo tengo que expresar, lo expreso. Y allí se arman situaciones complejas», esclareció el doctor.

No hay excusas

El fundador de la Red Psicoterapéutica de Rosario, una institución de atención clínica, prevención, docencia e investigación en el campo de la salud mental, remarcó que la situación económica y social que atraviesa el país no es excusa ni justifica ciertas actitudes. «Se tiende a querer achacarle a la crisis las conductas de las personas. No estoy de acuerdo en un 100% de que eso sea así. Se usan políticamente estos tipos de planteos», dijo.

«No es la crisis, sos vos que no te hacés cargo de controlar tus emociones y las descargas sobre el prójimo como si el otro fuese responsable de lo que a vos te ocurre», manifestó Ratghe, al tiempo que agregó: «No se trata de que te están atacando y te defendés. Se trata de que vos te convertís en un atacante desconsiderado con los otros».

Si bien el médico psiquiatra coincidió en que las coyunturas más favorables hacen que todo esté más estable y se pueda pensar mejor, para él, el presente está lejos de ser esa la causa de este tipo de problemas: «La causa es la cultura que trasciende el momento. La gente no se responsabiliza por su emocionalidad, sobre todos aquellos que tienen sentimientos ligados a la ira».

Cómo trabajarlo

A la hora de pensar en cómo cambiar esta falta de convivencia, para Ratghe la clave del problema es «aprender a manejar las emociones». Y sostuvo: «Cada uno debe ser consciente de que somos seres emocionales y que tendemos a tener reacciones por emociones preponderantes. Algunos actúan con miedo, otros con tristeza o alegría desmedida y algunos con ira y violencia».

«Las emociones deben ser nuestra guía, pero no nuestro jefe. Cuando una persona le entrega la jefatura a la emoción, y sobre todo a la ira, se producen situaciones que hasta a veces son catastróficas», mencionó.

Para cerrar, el psicoterapeuta insistió con que es una cuestión cultural, donde se produce un ida y vuelta constante, ya que «a la cultura la definen las personas y las personas definen las culturas».