Por Mario Luzuriaga
El teatro independiente rosarino siempre se destaca por sus intérpretes y puestas en escena.
En esta oportunidad llega «Pecados devorados», una obra para adultos, en la que retrata a una pareja en un hotel, a las afueras de un pueblo. Pero también hay un melodrama que cuenta el ocaso de un amor.
Es por esto que hablamos con Gustavo Maffei, director de esta puesta, que se realiza los sábados en el Teatro Del Rayo.
—¿Qué son estos «Pecados devorados»?
—Es un holograma teatral, es una obra que ocurre en el año 1950, en un hotel, a las afueras de un pueblo. Ahí se encuentran Azucena y Genaro, una pareja que viven el fin de su pasión. Dentro de esa historia entran otras y todo se empieza a complejizar, porque entran otros personajes.
—¿Qué es lo que más te gustó de esta obra?
—Fundamentalmente me gustó porque cuenta una historia y me resultaba muy interesante, porque nos permitió recrear una época, trabajar con el imaginario que tuvieron las películas Hollywood en ese momento, o mismo las películas de la Era de Oro del Cine Argentino o elementos de Alberto Migré. Es como un homenaje a ese material, hubo que trabajar con los actores para tener un registro de actuación acorde a esa época. Fue un gran desafío y es una historia muy atractiva.
—¿Cómo ves la escena teatral rosarina?
—Es una escena muy prolífica y potente, es una usina de acción muy importante del país y del teatro independiente. Aquí hay propuestas muy variadas y hay colegas que hace años que vienen haciendo un trabajo de calidad. Nos cuesta ir a ver teatro independiente, pero es un mundo nuevo y muy interesante.