La marcha a Plaza de Mayo terminó con serios incidentes a raíz de la feroz represión militar. La central obrera realizará un acto para conmemorar el hecho
Cuatro décadas se cumplirán mañana de la histórica marcha de «Paz, pan y trabajo» que realizó la CGT liderada por Saúl Ubaldini para colmar la Plaza de Mayo en plena dictadura militar y que terminó con una salvaje represión.
«Paz, pan, trabajo, ¡la dictadura abajo!«, fue uno de los cánticos que entonaron los miles de trabajadores que salieron a las calles aquel 30 de marzo de 1982 para desafiar la opresión que ejercían los militares desde hacía seis años tras derrocar a María Estela Martínez de Perón.
El encargado de liderar la convocatoria -con paro nacional incluido- fue el cervecero Ubaldini, al frente de la CGT Brasil que estaba enfrentada con la CGT Azopardo, que conducía Alberto Triaca. La movilización fue un abierto desafío a la represión militar y tenía como antecedente la primera convocatoria por «Paz, pan y trabajo»: había sido el 7 de noviembre de 1981 en medio de un paro general y una misa en la Iglesia de San Cayetano, a la que asistieron alrededor de 10 mil personas.
Para intentar evitar que los manifestantes llegaran a la Plaza de Mayo, la dictadura cercó el histórico espacio verde, bloqueó el Puente Pueyrredón con carros de asalto y un fuerte cordón policial y reprimió ferozmente a las concentraciones que se efectuaron en los alrededores de Tribunales y en el Puerto.
La represión de la dictadura se tornó visible durante la marcha de «Paz, pan y trabajo» de 1982. Foto NA/Pablo Lasansky.
Durante la represión militar, se dio un hecho inédito que marcó el descontento generalizado contra la dictadura: empleados y funcionarios de distintas oficinas del centro porteño, comúnmente denominados «cuellos blancos», arrojaron todo tipo de proyectiles contra los uniformados desde balcones y ventanas.
La movilización sindical (y la represión militar) no se limitó a lo sucedido en las inmediaciones de la Plaza de Mayo, sino que también hubo marchas en ciudades como Mendoza, Rosario, Neuquén y Mar del Plata, entre otras.
Se calcula que durante ese día hubo unos tres mil detenidos y se produjo el asesinato del dirigente obrero mendocino Dalmiro Flores, además de centenares de heridos. Pocos días después de aquella movilización, la Plaza de Mayo volvió a ser epicentro de una marcha, pero con un clima totalmente distinto: se festejaba la recuperación de las Islas Malvinas.
Para recordar aquella jornada de protesta, la actual conducción de la CGT realizará un acto en «homenaje a la lucha de Saúl Ubaldini y a la Comisión de los 25» este miércoles a las 18 en la ex casona de la CGT Brasil, ubicada en Brasil 1482, en el barrio porteño de Constitución.