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Parto Respetado: “Lo importante es trabajar en lo emocional, no somos máquinas”


Por: Belén Corvalán

No hay acto más natural del ser humano que una mujer dando a luz. Sin embargo, si se analiza históricamente, el parto siempre ha estado atravesado por la cultura, y por consiguiente, del lugar que ocupa la mujer en una sociedad determinada. Por lo tanto, de ser un acto totalmente fisiológico que se desarrollaba en compañía de otras mujeres a partir de sus experiencias, pasó a ser un acto médico el cual depende del servicio de obstetricia.

Bajo el lema “Menos interferencia, más acompañamiento” del 14 al 20 de mayo se celebra la Semana por un Parto y Nacimiento Respetado, el cual engloba la idea de parto humanizado, fundamentado en la valoración del mundo afectivo-emocional de las personas.

“Cuando hablamos de parto respetado hablamos de respetar la individualidad de cada mujer, de sus necesidades y tiempos, por lo tanto no siempre se desarrolla de la misma forma, sino que depende de lo que cada una quiere y necesita”,puntualizó Sandra Dolce, miembro de Doulas en Rosario, que a su vez coordina la RELACAHUPAN (Red Latinoamericana y del Caribe para la Humanización del Parto y el Nacimiento).

Desde 2004, en la Argentina existe la ley 25.929 que establece los derechos de madres, padres e hijos durante el proceso de nacimiento. La psicóloga Nancy Bono, especialista en maternidad, expresó que el objetivo de la ley es instalar conciencia y recuperar el protagonismo que tiene tanto la mamá como el recién nacido al momento del parto y nacimiento, “y de esta manerapoder vivirlo dentro de un ámbito de intimidad, evitar los procedimientos médicos que sin una auténtica razón se utilizan para intervenir, en función de manipular tiempos o alterar el desarrollo natural”, explicó. Asimismo, también contempla los derechos del bebé que consisten en  permanecer junto a su madre desde el primer momento del nacimiento, y que se le practiquen únicamente las rutinas básicas “sin interferir en el vínculo”.

Entre las 56 nuevas sugerencias sobre el parto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó este año, ubican a la madre en el centro y rechaza todo tipo de intervenciones innecesarias como ser las episiotomías de rutina o que no se deje dilatar a la mujer de forma natural, e incluyen el derecho de la mujer a decidir cómo controlar el dolor durante el parto.

Sin embargo, el eje sobre el cual se desarrolla el concepto no sólo se basa en evitar las intervenciones obstétricas, sino también en que todos los que estén presentes en el parto  “pongan la mirada en la mujer sin interferir”, puntualizó Dolce. Y agregó: “La única que sabe lo que necesita en ese momento es la mujer que está pariendo, hay que escucharla”.

Por lo tanto, es necesario abordar “el sentir” de la mujer. “Sabemos que el parto no es una cuestión mecánica, sino que está determinado por los miedos, e inseguridades,por ello sentimos que es importante trabajar desde lo emocional. No somos una máquina, el parto se rige por la cabeza y no por el útero”, completó.

En cuanto a cómo se articulan los derechos en situaciones de riesgo materno o fetal, la psicóloga Bono, remarcó: “Ante un hecho de riesgo siempre debe prevalecer la ciencia que es la que ha permitido hoy en día salvar muchas vidas maternas y de recién nacidos. Muchas veces estos temas corren el riesgo de caer en posturas muy absolutistas, que no reconocen que una atención respetada puede ser acompañada también del saber médico”.

En la misma línea, Dolce sostuvo: “Por supuesto que hay casos donde hay que intervenir porque para eso vamos a una institución, el problema está cuando las intervenciones se hacen porque sí, y no son necesarias”.

No obstante la psicóloga Bono, destacó que actualmente en los servicios médicos tanto públicos como privados de la ciudad de Rosario, se cumplen solo “ciertos aspectos” de la ley, tales como que la mujer esté acompañada por alguien de sus afectos cuando da a luz, y que durante el trabajo de parto pueda estar en un ámbito más íntimo. Así como también se respeta la inmediatez del vínculo/contacto mamá-bebé, y se fomenta la lactancia materna.

Pero aúnresulta un desafío para el sistema médico abrirse e incorporar a la práctica este nuevo paradigma.“Muchos profesionales e instituciones están poniendo la mirada sobre la mujer y sobre sus necesidades, en tanto otros continúan intransigentes en su postura basados en la experiencia, más que en la evidencia científica”, remarcó Dolce.

Asimismo, ambas profesionales coinciden en la notoria desinformación que existe al respecto por parte de los futuros padres. “Es importante educar y concientizar a la mujer y al varón, para que sean ellos los principales defensores de sus derechos, y para poder saber elegir qué es lo que esperan del parto y del nacimiento del niño. Es muy grande el desconocimiento que tienen no solo de sus derechos, sino también del proceso que se va a dar en su cuerpo”, enfatizó la psicóloga, por consiguiente explicó que el cambio de paradigma en los profesionales e instituciones médicas al momento de abordar el parto, estará sujeto y dependerá de “mujeres más informadas y decididas”.

Y concluyó: “Es mucho lo que queda por hacer, y como todo cambio siempre produce resistencia”.