Los trabajadores de Cargill, ante la mala noticia de que luego de la conciliación obligatoria la situación de los 33 trabajadores despedidos se había complicado aún más, decidieron realizar un paro sorpresivo y volvieron a pedir por la reincorporación de sus compañeros.
Reunidos en asamblea, los trabajadores decidieron lanzar medidas de fuerza sorpresivas para intentar torcer el rumbo de los 33 despedidos, aunque el panorama pinte adverso.
Cuando finalizó el tiempo de conciliación obligatoria el jueves pasado, desde Cargill informaron que «se reemplazará a 33 colaboradores» de las plantas de Villa Gobernador Gálvez y Punta Alvear y que “los reemplazos se harán en idénticas condiciones de contratación”.
El Sindicato de Obreros Aceiteros de Rosario rechazó el argumento de la empresa y los trabajadores cesanteados continúan manifestándose en la puerta de la planta.